Algunas cosas sobre aspectos de mi dedicación artística...
“¿Puedo
confesar que éste ha sido mi camino de gozo ante Miguel Garau? ¿Qué
lo que acabo de anotar, se refiere concretamente a él? La belleza en
forma plástica o musical halla en su espíritu una sede viva. Capta,
recoge, acumula. Enriquecimiento fecundante y, luego, producción
propia. Inquieto y tenaz en la búsqueda de elementos de expresión,
dibujo, color, estudio del natural, siempre alertada la observación.
Hasta dar con un acento, el de Miguel Garau. No se ha dejado engañar
por sirenas ajenas a su temperamento. Muestra de personalidad. Y ha
sido exigente con sus posibilidades.”
“Tal
es la entrega, madurada sin prisas y sin descanso, que brinda en sus
perspectivas seguras, en pinceladas breves de toque sensitivo, en
dibujo de firme estructura, el arte obtenido ya, y cargado de mayores
promesas, de este pintor que cuenta en la plástica de Mallorca, y
que se llama Miguel Garau.”
Juan Bautista Bertrán. Escritor,
poeta y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla
Creo
que estas expresiones del gran poeta y excelente amigo Juan Bautista.
Bertrán definen, en cierto modo, lo que ha sido una constante a lo
largo de mi vocación artística. Un itinerario estimulado por la
inquieta necesidad de crear.
Empecé
a dibujar, no puedo precisar a qué edad, pero cuando todavía era
muy niño. No asistí a academias ni a centros de aprendizaje.
Aprendí mediante la observación y estudio de los grandes maestros
que atraían mi atención: LOS CLASICOS. Ellos estimulaban mi interés
y toda mi admiración. Hacía dibujos de las obras cuya temática más
me agradaban. Las observaba y luego me ponía a trabajar,
ordinariamente dibujaba detalles. Ignoro el paradero de la mayor
parte de estos dibujos. Muchos de ellos los regalaba a los amigos y
compañeros de estudios. Recuerdo que era una época de mucha
actividad y de gran auto-exigencia en mis trabajos que casi siempre
me resultaban algo insatisfactorios para mis ambiciones. Desde mis
primeros años hasta el momento presente el dibujo ha sido una
práctica constante y con gran deseo y esfuerzo de superación.
“Miguel
Garau Horrach compone y elabora sus pinturas con extraordinaria nitidez,
ágil en el dibujo y con poder de conferir movimiento y vida a sus realizaciones”.
“Miguel
Garau en Bellas Artes”. José Bauzá i Pizá, Crítico de Arte. “Diario
de Mallorca”28-10-1977.
“Garau
Horrach pinta con dignidad, sabe lo que pretende, porque a la vista
de unos dibujos expuestos se deduce que es artista capaz de crearse
un mundo pictórico suyo, de intentar y lograr la propia recreación de
cada tema planteándose nuevos problemas”.
"Garau
Horrach, en el Círculo de Bellas Artes”. Rafael Perelló-Paradelo,
Crítico de Arte. “Ultima
Hora” Palma de Mallorca 3-11-1977
Nací en la casa de mis
abuelos maternos el 20 de mayo de 1937. Según me dijeron a las
20,15. La casa era conocida como C’an Rubert, una finca rústica
entre S’Aranjassa y Es Pil-larí.Casi todos los fines de
semana los pasaba allí. Yo creo que aquel contacto con la naturaleza
resultó muy enriquecedor para mi sensibilidad:
“Descubrimientos
constantes: la maravilla del color en las montañas, en las frondas
de los árboles, en las cosas y objetos más usuales, las innumerables sugerencias de la luz al incidir en el agua, en los
tejados y muros de las casas”.
Juan Bautista Bertrán “Hoja del lunes” Palma
de Mallorca), 17-10-1977, página 14.
Pasaba largo
tiempo contemplando aquellos paisajes matizados por los diversos
efectos de la luz. Ofrecían un aspecto encantador. Recuerdo, de
manera especial, la época de los almendros en flor –en la finca
había 175-, el espectáculo era maravilloso. Esta temática de los
almendros siempre ha tenido especial preferencia de tratamiento en
mis óleos y acuarelas.
“El
paisaje en la obra de este artista es una síntesis de todo un
concepto estético
que lucha por imponerse. Correcto de forma y alardeando de un colorido
preciso y justo, sus paisajes son exponentes de una tendencia paisajística
abundantemente cultiva entre nosotros”.
Gaspar Sabater.
”La pintura contemporánea en Mallorca”.Ed.
Cort. 1972. Palma de Mallorca
Si analizo mi
trayectoria artística, desde los comienzos hasta el momento actual,
debo decir que mi primera etapa fue romántica si por Romanticismo
conceptuamos a aquellos artistas que buscan y desean el
individualismo, la libertad de acción, la espiritualidad y el
sentimiento en lugar de la lógica y el método.
“Inmersa
dentro de un colorido instantáneo y en cierta forma, romántica, podríamos
situar la pintura de Miguel Garau Horrach”.
Damián Ramis
Caubet,Crítico de Arte. “Baleares”, 30-10-1977
Creo que tuve una evolución hacia el Realismo, si consideramos que su ideal era buscar la belleza en la observación de la realidad.
“Cada
cuadro de Miguel Garau Horrach, es un problema de luz, de color y
de
composición que el artista resuelve de acuerdo con cada particularidad
del tema. Cuando se trata de perspectivas, primeros planos o
valores tonales Garau Horrach sabe desenvolverse bien, porque entre otras
cosas, el dibujo-base que él domina, le dará las soluciones. La disposición
de la luz, es uno de los principales méritos pictóricos de este artista,
entusiasta de la realidad objetiva”.
Pedro
Crespo -Pedro Quetglas: “Xam” Crítico de Arte.
Presentación
catálogo 1978. Círculo de Bellas Artes Palma.
Pero he de
confesar que por encima de estos campos clásicos mis horizontes
artísticos pronto se fueron encauzando hacia lo que ha venido en
denominarse Impresionismo.
“En
el mejor estilo académico, Miguel Garau presenta una bella colección
de
óleos y dibujos. Sus paisajes de Mallorca es el resultado de un
trabajo
con
exquisito temperamento, captados con toda la magia poética y lírica de
gran colorido con el uso de la técnica neo-impresionista, no hay duda
de que Miguel Garau está en la cima de la lista”.
José Mª.
Forteza, Crítico de Arte. “Majorca Daily Bulletin”,
(30-10-1977)
“Miguel
Garau ha hecho posible la captación del modelo dentro de un concepto
neo-impresionista servido con pulcritud y elegancia”.
Gaspar
Sabater Académico de Bellas Artes de San Sebastián -Palma-
“La
pintura contemporánea en Mallorca”. Ed. Cort, 1972. Palma de
Mallorca
No obstante
creo que lo que en realidad me apasiona y atrae en el momento actual
es el movimiento Post-impresionista.
“En
la producción de Miguel Garau abunda el paisaje tratado con cariño
y devoción
plena. Dentro de este post-impresionismo en el que se mueve la interpretación
paisajística, hay que destacar el valor de una línea muy acorde
y con un temperamento amante de la estructuración y de la medida.
Como, también, la coloración que el artista ha sabido impregnar en
sus telas, y que resulta altamente sugestiva. Porque en Miguel Garau Horrach
la ambientación, línea y color conjuntamente, constituye el elemento
primordial en sus obras y es lo que mejor la define”.
Gaspar
Sabater Académico de Bellas Artes de San Sebastián -Palma-
“La
pintura contemporánea en Mallorca”. Ed. Cort, 1972. Palma de
Mallorca
El
impresionismo y el post-impresionismo añadieron un capítulo de
singular belleza y categoría a la Historia del Arte. Es la crónica
de unos esfuerzos heroicamente sostenidos, pese al desaliento y la
fatiga de unos objetivos estéticos perseguidos con indeclinable
integridad y maravilloso resultado, de un triunfo seguido de
fructíferas consecuencias. Al igual que otros movimientos
artísticos, fueron tan complejos en sus orígenes como
trascendentales en sus efectos.
El éxito
conseguido por estos estilos a finales del Siglo XIX y XX puede
juzgarse en dos aspectos contrapuestos: por el eco que el movimiento
halló entre los pintores, y por la impaciencia de una generación
joven deseosa de alcanzar nuevas metas.
Los
post-impresionistas fueron los artistas que nos dieron las últimas
imágenes del mundo “pictórico”, y al mismo tiempo fueron los
primeros “vanguardistas” a quienes se les sometió a un exilio
colectivo.
El gran
descubrimiento de estos estilos y su aportación al arte fue que se
observaba como la luz se proyectaba sobre los objetos mediante toques
fragmentados de color que modelan las formas sin recurrir al contorno
definido.
Su técnica
consistía en yuxtaponer sobre el lienzo los colores, sin apenas
mezclarlos en la paleta, dejando que fuera la retina del espectador
quien los fusionase.
Mantenían el
principio de que en la naturaleza ningún color existe por si mismo,
la coloración es una pura ilusión. La luz es la que revela las
formas y crea matices infinitos según la hora del día.
Los movimientos
impresionistas fueron unos importantes acontecimientos históricos,
ligados en muchos aspectos con el arte moderno y contemporáneo, y
que no han perdido nada de su lozanía con el paso del tiempo.
A los doce
años, 1949, inicié los estudios de Perito Mercantil en la Escuela
de Comercio –hoy Escuela Empresarial-.
En 1951, con
catorce años, empecé a trabajar con acuarelas. Descubrí el encanto
especial del color. Fue con esta técnica acuarelística que pinté
el tema: “San Juan Bautista bautizando a Cristo” (91 x 65). Es
una obra que desconozco su paradero en el momento actual.
Fue en el
verano de 1953 cuando adquirí las primeras pinturas al óleo.
Dediqué bastante tiempo a observar el resultado de las mezclas
cromáticas y apreciar los diversos matices que se podían obtener
con tales resultados.
El primer
cuadro que me atreví a realizar fue un “Paisaje de fantasía”
(24 x 19). Creo que esta obra está en poder de uno de mis
familiares. Es un paisaje romántico de exagerado colorido…, y creo
que algo subrrealista.
Poco a poco me
iba familiarizando con las posibilidades del color y empecé a pintar
bodegones y paisajes del natural, todos ellos de pequeño formato.
Seguidamente,
en 1954, terminado el Peritaje, me matriculé en los cursos de
Profesor Mercantil. Terminé los dos cursos al año siguiente, en
septiembre.
En junio de
1955 pinté “El Santo Ángel de la Guarda” (55 x 76), un óleo
sobre tela. Siguieron varios temas de figura, entre los que destaco
“El majo de la guitarra” -copia de R. Bayeu-, “Viriato” y
“San Pedro libertado de la cárcel por un ángel”.
A partir de
1956 tuve una gran dedicación al tema de la figura. De aquella época
son: “El Papa San Pío X”, “Las lágrimas de San Pedro” y “La
Magdalena llorando sobre el manto de Cristo”.
En marzo de
1956 me alisté como voluntario en aviación para hacer el servicio
militar. La primera etapa, la del reclutamiento –dos meses en son
Rullán - me resultó algo dura. Al pasar a las oficinas de
administración del Economato todo fue más relajado, aunque no
exento de preocupaciones por los problemas que ocasionaban los partes
diarios de contabilidad. Éramos un equipo de amigos muy bien
avenidos y con un buen ambiente de compañerismo.
Al tener las
tardes libres pude aprovechar para dedicarlas a la pintura. Fueron
también unos meses en que me propusieron dar clases de Contabilidad
y Cálculo a opositores de banca. Fue una época de intensa
actividad. Las clases tenían lugar en la Academia Mercator dirigida
por D. Francisco Bonnin.
En septiembre
de 1958 pinté el “Retrato de mi abuela Margarita Ferretjans”. Es
una obra que considero de las más logradas de aquel momento. Mi
abuela Margarita era una mujer del campo, fuerte, muy trabajadora, de
gran vitalidad y delicadamente piadosa. Creo que en el cuadro quedan
captados todos estos rasgos.
De septiembre a
diciembre, de este año 1958, estuve trabajando en el cuadro
“Prometeo encadenado implorando el perdón de Júpiter”, al que
siguieron un “San Sebastián”, “Las tres Gracias” y un buen
número de paisajes y bodegones.
Del 27 de junio
al 10 de julio de 1959 tuvo lugar mi primera exposición individual
en el Círculo de Bellas Artes de Palma –en la actualidad sede del
Parlament Balear-. Expuse catorce cuadros. Temas de figura y paisajes
de Mallorca. Quedé francamente satisfecho de esta primera salida
artística. Tanto la asistencia de público como la crítica se
mostró muy positiva y generosa.
“Disciplinas
escolares y académicas de pintura y dibujo artístico seguidas de
manera sistemática y con aplicación notoria, evidencian las catorce pinturas
al óleo que en el Círculo de Bellas Artes expone el estudioso pintor
D. Miguel Garau.
Los
cuadros de paisaje (ocho en total) están concebidos y resueltos en verdes
gamas adecuadamente armonizadas y revelan nada comunes conocimientos
de perspectiva en su doble aspecto lineal y aéreo.
El
cuadro más discreto y simpático, cuya “atmósfera” hallase
plenamente conseguido,
es el titulado “Retrato de mi abuela”.
Parejos,
en cuanto a méritos pictóricos, cabe considerar el cuadro de“San Sebastián”
y el retrato de “S. S. el Papa Pío XII” en el que el Sumo Pontífice
aparece en actitud de impartir la bendición.
A
diferencia de las más popularizadas y famosas interpretaciones clásicas
del tema, “Las tres Gracias” que ha pintado el Sr. Garau estas aparecen
ruborosamente envueltas en etéreas gasas, excepto la figura central
que muestra la espalda… y “aquella parte en que la espalda pierde
su
púdico nombre”. Son las tres mitológicas deidades central motivo
de un umbroso
paisaje vagamente corotino, resuelto con la misma jugosidad que los
captados en las pinturas comprendidas entre las números siete y catorce
del catálogo. Hace fijar la atención cierto realista y bien
diseñado lirio
que aparece en primer término del sugestivo cuadro.
Pintura
que tal vez hubiese placido a D. Casto Plasencia es el cuadro de grandes
dimensiones “Prometeo encadenado implorando el perdón de Júpiter”.
En
la vasta pintura del Sr. Garau, el prudente hijo de Yapeto y de Climena,
hermano de Atlas, de Menoseio y de Epitneteo (personajes, los dos últimos, escasamente importantes) aparece atado con invencibles cadenas
a una roca cimera de la montaña Scitia. En su versión, el Sr Garau
es más fiel al relato de Esquilo que al de Hesiodo, el cuál afirma,
acaso
sin suficiente fundamento y un tanto a la ligera, que Prometeo fue atado
a una columna del orden dórico. Un escenario como no pudieron imaginar
Esquilo ni Hesiodo, lo cuál no quiere decir que esté más lejos de
la
realidad que los que aquellos describieron.
Para
satisfacción del Sr. Garau, autor del “Prometeo encadenado implorando
el perdón de Júpiter”, proclamemos, porque es cierto, que pinturas
no tan meritorias como la suya alcanzaron primeras, segundas y terceras
medallas en múltiples Exposiciones Nacionales de fin de siglo. En el
denominado Museo de Arte Moderno hay más de un cuadrazo de tema histórico
y mitológico cuyos cuestionables méritos, en justicia, a caso no puedan
ser considerados superiores a los de la composición pictórica llevada
laboriosamente a término por el Sr. Garau”.
”Don
Miguel Garau en el Círculo de Bellas Artes”. “Última Hora”
Palma de Mallorca (3-7-1959)
El 18 de julio
de 1959 comuniqué a mis padres la decisión de entrar en la Compañía
de Jesús. No les fue fácil aceptar esta decisión, sobre todo a mi
padre. En aquel momento yo estaba en condición de hijo único. Mi
hermano Bartolomé, cuatro años más joven que yo, había muerto en
1947 a consecuencia de una meningitis.
El 22 de
septiembre salí de Palma hacia el Noviciado de Raymat -Lérida-.
Llegué allí el día 24, festividad de la Virgen de la Merced.
Como
consecuencia de las exigencias de la formación religiosa: Noviciado
y Humanidades (Raymat, Lérida, 1959-1962). Magisterio en el Colegio
El Salvador (Zaragoza, 1962-1964). Filosofía y Teología (Facultad
de San Cugat del Vallés, Barcelona, 1964-1970). La actividad
artística fue escasa pero no abandonada. Fueron años en los que
hubo una gran práctica del dibujo y la búsqueda de nuevos
horizontes artísticos. Creo que en estos once años de formación
pinté unos cincuenta cuadros. Destaco entre ellos, un “Retrato del
Papa Juan XXIII”, “Cristo cargado con la cruz”, “Entierro de
Cristo”, “El profeta Isaías”, “Pierrot Lunaire” (homenaje
a Arnold Schönberg), “San Pablo”, “Retrato del Padre Antonio
Massana S. J.”, “El Papa Pablo VI”. Hay añadir a estos títulos
unos diez retratos y unos treinta paisajes.
Durante los
veranos de 1966 y 1967 hice unos Cursos de Cinematografía en la
Universidad de Valladolid. Organizaba estas jornadas José Mª.
Sthaelin, gran especialista en materia fílmica. A estos cursos
asistían, en calidad de invitados para hablarnos de sus experiencias
profesionales, artistas, directores y críticos que amenizaban
nuestras sesiones.
Para mí el
cine siempre ha tenido un especial interés vocacional. Me hubiera
gustado haber tenido ocasión de poderme dedicar más a este oficio
en la modalidad de dirección.
Finalizado el
tercer año de Teología, en la Facultad de Sant Cugat, vine a
Mallorca para ordenarme sacerdote el 21 de junio de 1969. Al día
siguiente celebré la primera misa en nuestra Iglesia de Montesión.
Unos días
después del 4 al 14 de julio, mis buenos amigos Jesuitas, los
hermanos Rafael y Javier de Juan, me invitaron a un viaje por Europa.
Salimos de Barcelona con un “seiscientos” generosamente
facilitado por la familia Elosua. Entre otras ciudades visitamos
Montecarlo, Niza, Verona, Florencia – gran emoción al encontrarme
ante el “David de Miguel Ángel”-, Génova y los Alpes Suizos.
Nos pasaron tantas aventuras y contratiempos que se podría escribir
un sabroso anecdotario de lo ocurrido en aquellos días. Hubo tiempo
para poder admirar buen número de obras de arte en los interiores de
Iglesias y Museos.
Terminados los
estudios de formación y de nuevo en Mallorca -1970 -, reemprendí
una gran actividad artística, que compartía con las tareas docentes
en el Colegio. Durante mi etapa de magisterio (1970-2003), fui
profesor de: Historia del Arte, Historia de la Filosofía, Historia
Universal, Historia de la Iglesia, Historia de la Música. Durante
varios años también di clases de Estética Cinematográfica. Creo
que con buen fruto, pues de ésta época salieron varios alumnos que
se dedicaron a la dirección cinematográfica, cito entre ellos a
Luís Casasayas y a Antoni Aloy. Anteriormente, en 1969, había
terminado sus estudios en el Colegio el también director Agustín
Villaronga y posteriormente lo hizo Oliver Torrents, hijo del famoso
pintor Xim Torrents Lladó.
En julio de
1971, tuve ocasión de ir a París invitado por el Rector de la
Parroquia Saint François de Sales para ejercer funciones de vicario.
Fueron días que también aproveché para mi aprendizaje artístico
ya que tuve ocasión de entrar en contacto directo con las grandes
obras de los impresionistas, tanto en el Museo Jeu de Paume como en
el Museo del Louvre. Impresionante la sala-montaje de los “Nenúfares”
de Claude Monet en L’Orangerie.
Al año
siguiente -1972-, tuve nueva ocasión de volver a la Parroquia
parisina. En el tiempo que duró la estancia, unos dieciocho días,
volví a revisar lo que ya conocía y ampliar un poco los campos
artísticos. Entre mis visitas destaco la que hice a la Catedral de
Notre Dame, me pasé casi dos días visitándola. Impresionante su
campana mayor con un peso cinco toneladas.
Durante el
verano de 1972 realicé el cortometraje “Galaxina”. El tema que
presenta es que siempre queda algo misterioso en las ruinas de lo que
en el pasado ha sido una época de fantasía.
En junio de
1973 tuve ocasión de conocer al pintor D. Ramón Nadal. El encuentro
tuvo lugar cuando el artista se encontraba pintando en los
alrededores del pueblo de Santa María. Desde entonces nuestros
encuentros fueron frecuentes. Varias veces salimos a pintar juntos,
especialmente cuando se trataba de ir a pintar a la Cala San Vicente
de Pollensa. Para los dos aquel paisaje fue, y sigue siendo para mí,
un lugar favorito. Aquellos parajes tienen un color y una luminosidad
extraordinaria y tentadora. Con razón cuando nuestro pintor Lorenzo
Cerdá invitó a Joaquín Sorolla a visitar Mallorca. Un día en que
los dos se encontraban pintando en la Cala de San Vicente ocurrió
que de pronto Sorolla interrumpiendo su trabajo y dando una gran
patada al caballete en el que se apoyaba el lienzo que pintaba,
exclamó en alta voz: “¡demasiada luz para mí!”, y ya fue
incapaz de continuar el cuadro.
En 1975, la
genial escultora Remigia Caubet, que tuve el honor de conocer en
1971, quiso modelar en barro un retrato mío. El resultado fue
magnífico, tanto en técnica como en la captación de los rasgos
fisonómicos. En 1976 le pedí que lo pasase a bronce. Con la nueva
materia la obra ganó mucho en calidad artística. Remigia siempre
decía que era uno de los mejores retratos que había realizado. Debo
creer que era cierto lo que decía porque en varias ocasiones me lo
pidió para que figurase en las exposiciones que organizaba.
En 1977, en el
XXXVI Salón de Otoño organizado por el Círculo de Bellas Artes de
Palma, se me concedió la Segunda Medalla en Dibujo por la obra
titulada “Homenaje a Vivaldi”.
Del 22 de
octubre al 4 de noviembre de 1977 expuse óleos y dibujos en el
Círculo de Bellas Artes. Tanto la crítica como la presencia de
público constituyó un gran éxito. Se vendieron la casi totalidad
de las obras expuestas.
“En
el Círculo de Bellas Artes expone el artista Miguel Garau Horrach
una muestra
de su última producción. En ella abunda el paisaje tratado con cariño
y devoción plena. Dentro de este post impresionismo en el
que se mueve la interpretación paisajística, hay que destacar el
valor de una
línea muy acorde y con un temperamento amante de la estructuración
y de
la medida. Como, también, la coloración que el artista ha sabido impregnar
en sus telas, y que resulta altamente sugestiva. Porque en Miguel Garau
Horrach la ambientación, línea y color conjuntamente, constituye el
elemento
primordial en sus obras y es lo que mejor la definen. Lejos de este artista
la improvisación y el desenfado. Todo está medido, todo calculado. Destacan,
por encima de toda otra consideración, la presencia de varios dibujos,
llenos de sugerencias, auténticas obras de arte que podrían firmar los
grandes maestros del género”.
Gaspar Sabater, “Hoja del lunes”.
31-10-1977
“Con
un premio recientemente conseguido en el “Salón de Otoño”, se presenta
en el Casal Balaguer (Círculo de Bellas Artes) el pintor Miguel Garau
Horrach, ágil en el dibujo y con poder de conferir movimiento y vida a sus realizaciones.
Miguel Garau hacía varios años que no exponía en Palma, donde
complace a su incondicional público. El pintor compone y elabora sus
pinturas
con extraordinaria nitidez. Sus obras de una variada temática paisajística
están realizadas bajo una responsable seriedad y autenticidad.
Su
expansión colorística no queda ceñida a una limitada composición.
Sus pinturas
son agradables y sin ánimo de complicaciones. Trabaja con agradables
resultados. Hay una gran firmeza en tonos, captaciones lumínicas
y una pulcra dicción en la tendencia en la que se halla inmerso”.
José
Bauzá i Pizá, “Diario de Mallorca”. 28-10-1977
“Miguel
Garau Horrach es un artista que conoce la forma y que la sabe interpretar.
Sabe que existe esa forma y la aprovecha para apoyar en ella toda
su obra. Cada
cuadro de Miguel Garau es un problema de luz, de color y de composición
que el artista resuelve de acuerdo con cada particularidad del tema.
Cuando se trata de perspectivas, primeros planos o valores tonales,
Garau
Horrach sabe desenvolverse bien, porque, entre otras cosas, el dibujo-base
que él domina, le da las soluciones.
La
disposición de la luz opuesta a veces al tema, el “contraluz”,
es uno de los
principales méritos pictóricos de este artista, entusiasta de la
realidad
objetiva.
Sus
dibujos, esquemáticos a veces, ejecutados siempre del natural, nos demuestran
el conocimiento que Garau Horrach tiene de la forma, conocimiento
que aplicado a la pintura, hace que toda su obra tenga esa solidez
constructiva, viable en su estilo plástico”.
Pedro
Crespo, “Xam” - Radio Popular de Mallorca.
Emisión
de arte: “De lo vivo a lo pintado”. 29-10-1977.
El 8 de
noviembre de 1978, dentro de la “2ª Setmana de Cinema Históric”,
organizado por la Facultat de Filosofía i Lletres de Ciutat, tuvo
lugar la presentación de la película “Castillos”, un
cortometraje que yo había dirigido en años anteriores con una idea
original mía. La proyección de este ciclo tuvo lugar en el Salón
de Actos del Colegio de Montesión. Estas jornadas que tuvieron una
duración de cinco días, fueron dirigidas por el profesor de
Historia en la Facultad de Filosofía y Letras D. Sebastián Serra.
Sobre
“Castillos” se publicaron algunas notas críticas, destaco entre
ellas:
“Castillos”
es una parábola que trata de las ilusiones y la sublimación de las
vivencias que afectan a la sensibilidad. Es una ilusión en cuyo cosmos,
se guardan, idealizados, los recuerdos puros de nuestras ilusiones
juveniles. Y es una denuncia contra la falta de sensibilidad de una
sociedad embrutecida por el mal. La
sensibilidad del autor se nos abre desde el primer fotograma, y ya no
nos
abandona hasta el final. Está viva en la elección de los
escenarios, en estas
secuencias submarinas con aire de ballet piscícola, en la cuidada dirección
del único actor (el niño Jaime Vicens Font, quien, presente en el salón,
fue obligado a saludar), En la dulzura del color…
Parábola, sí. Pero a mí me interesó aún más la plasticidad de las imágenes y la poesía exultante de su plasmación”.
Octavio
Aguilera, “Hoja del Lunes”, 13-11-1978. Palma de Mallorca
“Sorpresa agradable fue la visión de la película de Miguel Garau “Castillos” con la que se inició la sesión. Miguel Garau (cineasta y pintor) contó con la presencia de un Tadzio mallorquín, caló hondo en el ánimo de unos espectadores atentos y respetuosos. “Castillos” es una película extremadamente esquemática, una parábola sobre la adolescencia perdida, sobre aquellos recuerdos de infancia que quedan sublimados, en el paraíso perdido. Miguel Garau expone la dicotomía entre pureza de sentimientos/materialismo, teniendo como trasfondo la luminosidad mediterránea y el cuerpo helénico de Tadzio-Vicens”.
Joan
Tortella, “Ultima Hora” 14-11-1978. Palma de Mallorca
En 1978, del 11
al 25 de noviembre, en la desaparecida Galería Almudaina - tenía su
sede en la calle Morey, 7 -, presenté una selección de cuarenta
óleos y diez dibujos. Abundaban los paisajes de olivos y temas
florales del campo, bastantes de ellos incluyendo personajes. Los
dibujos, diez en total, estaban todos ellos dedicados a la
representación de la figura humana. Destacaban “los flautistas”,
uno de mis temas favoritos y quizá representados en mis creaciones.
Nuevamente el público y la crítica recibió esta muestra con gran
aceptación. Así la vieron y enjuiciaron algunos críticos del
momento.
“De
fuerte y enérgica pincelada y alardeando de un colorido valiente, se
nos presenta esta última muestra de Miguel Garau. Pintura que se mueve
dentro de un post-impresionismo que lleva hasta nosotros toda la fuerza
y toda la ambientación propia de los que iniciaron esta corriente en
nuestra
isla. El artista se enfrenta al paisaje valientemente, osadamente, y el
resultado no es otro que estas telas en las que línea y color forman
un todo
con un denominador común que es la fuerza expresiva. Esas condiciones
aparecen, también, en sus dibujos de bello trazo y no menos bella
factura.”
Gaspar
Sabater. “Hoja del Lunes” -Palma de Mallorca- 13-11-1978
“Miguel
Garau Horrach sigue sintiendo la pintura como el fiel reflejo de la
naturaleza, guiado por los causes de lo que pudiera llamarse Escuela Mallorquina;
lo que ocurre, es que Garau Horrach, a fuerza de insistir, ha conseguido
dar algo más de unidad conceptual a sus pinturas, y una mejor técnica
le permite pintar con más desahogo, obteniendo mejores calidades cromáticas
y textuales. Los dibujos expuestos nos lo muestran como un dibujante
de trazo escueto y definitorio, que se evidencia también en unas acuarelas
en las que la aguada es aplicada con soltura y con suavidad de color.”
Rafael
Perelló-Padelo. “Ultima Hora” -Palma de Mallorca- 22-11-1978
En
la colección de paisajes al óleo de Miguel Garau todo vibra y se somete
al diálogo exaltado de unas coloraciones más sentidas que vistas, veo
en esta relación de masas de verdes, azules y ocres una profunda descarga
emotiva que va agitando la materia a base de pequeños toques de
espátula, densos en su composición e impresivos en su conjunto.
Late cierta
musicalidad en el trasfondo de esos paisajes en los que el color activa,
con sus notas apasionadas, la sinfonía espontánea y sensible que compone
Miguel Garau en cada una de sus naturalezas.
De
la colección de dibujos y acuarelas que el pintor presenta cabe resaltar
la inmediata del trazo, muy suelto y la precisa captación del movimiento
y expresividad de la figura humana.”
Damián
Ramis Caubet. Baleares” -Palma de Mallorca- 19-11-1978
“El
artista Miguel Garau Horrach vuelve a exponer sus más recientes obras
en Palma, obras que siguen manteniéndose en su línea característica.
Cada artista tiene su preocupación, su planteamiento, sus preferencias
estéticas.
Para Miguel Garau la gran preocupación pictórica es
LA LUZ y LA
PROFUNDIDAD.
Para
el artista Miguel Garau, esta profundidad no depende del engaño de
la perspectiva, sino que primordialmente, depende de la luz. El
pintor tiene
además la virtud de pretender pintar para si
mismo, porque
sabe que pintar
para los
demás, es
mentir y traicionarse. Miguel Garau conoce todos los
movimientos existente: los que permanecen y los que ya pasaron. Los conoce
y los respeta, pero él sigue su camino que es esa objetividad frente
a la cuál su pintura adquiere un valor específicamente estético.
Siguiendo
la escuela de tendencia objetiva, Miguel Garau, logra unos resultados
que no todos pueden obtener. El experimentalismo en arte es muy
peligroso porque convive con la simplicidad más asombrosa. Sin
embargo, Miguel Garau consigue que su obra conlleve la carga de un
significado: Logra sugerir la realidad paisajística que nos rodea.
Su pintura
está trabajada concienzudamente, volviendo una y otra vez sobre sí
misma, hasta que la conciencia del pintor queda satisfecha como tal, consiguiendo
que la luz y el color, en cada caso no destruya la forma.
Los
paisajes de Miguel Garau nos descubren una nueva naturaleza – más
pintoresca – que resulta así, porque el artista nos la resuelve
como tal”.
Pedro Crespo
-Pedro Quetglas: “Xam”- “Radio Popular de Mallorca.
Emisión
de Arte: de lo vivo a lo pintado”. 25-11-1978
De nuevo en la
Galería Almudaina, presenté en 1979, del 17 de noviembre al 2 de
diciembre, una selección de treinta y tres óleos y diez dibujos.
En los óleos
abundaban los paisajes de olivos, marinas y jardines, estos últimos
pintados en Valencia. En los dibujos la temática preferente eran
bailarinas y estudios de testas. Como siempre las opiniones críticas
enjuiciaron la muestra.
“Esta exposición de Miguel Garau supone un paso decisivo – y muy remarcable – en sus constante y no interrumpida labor artística. Un paso decisivo que va desde la captación del modelo a su plasmación. Miguel Garau es el artista que se ha dado cuenta de que el arte es naturalidad, que se debe eliminar la estridencia y que la obra debe discurrir por caminos de la más pura, más noble y más exacta armonía colorística.
Lejos de este camino, la obra resulta agresiva, molesta y antiestética. Miguel Garau, comprendiéndolo, ha situado su obra dentro de estas coordenadas y el resultado ha sido feliz: pintura plácida, sosegada, con intentos de captación armonizada. El artista nos ha dado, en algunas telas, muestras de una sensibilidad acusada. Lo demás, lo que gira en torno a lo dicho, es anécdota. Lo importante, y el pintor está en este camino, es la categoría. Lo importante es la captación dentro de una armonización colorística que no desentone del conjunto”.
Gaspar
Sabater. “Hoja del Lunes” Palma de Mallorca- 13-11-1978
“Acaba
de exponer en la Galería Almudaina sus últimas pinturas y dibujos
Miguel Garau. En esta exhibición plástica, ha trabajado con mayor sensibilidad,
dando a cada tela un sentimiento y una notable expresividad.
Hay
algo entrañable en las telas del pintor. Sus paisajes – verdosos iluminados
– responden a una pintura sumamente sugerente, donde la sutileza
poética se percibe y resulta más espontánea que en otras casiones.
En algunas obras, encontramos apaciguada serenidad”.
No
menos dignos de mención son una serie de dibujos perfectamente
equilibrados
que evidencian su actitud frente a su reflexión pictórica”.
José
Bauzá i Pizá. “Diario de Mallorca”. 23-11-1979
“Los
óleos de Miguel Garau vuelven a hablarnos del paisaje mallorquín con
su vibración impresionista y su cadencia romántica. Son los lienzos
de Garau
de esos a los que se les presiente el estudio. El análisis y valoración
a nivel de composición lumínica y cromática nos van acercando
a
una naturaleza de exaltaciones contenidas y de seria disciplina dibujística.
En los paisajes de Miguel Garau es evidente el entendimiento entre
el arrebato y la sugerencia, entre la lucha de los colores y la
poesía de
las atmósferas. Entendimiento que se hace realidad entre nociones naturales
y sensaciones íntimas”
Damián Ramis
Caubet. “Baleares”. -Palma de Mallorca- 25-11-1979
En 1981 dirigí
la obra teatral “Becket” – de Jean Anouilh - en el Auditórium
de Palma de Mallorca. Los actores, alumnos de los cursos superiores
del Colegio de Montesión, habían formado un grupo teatral al cuál
habían dado el nombre de “Nueva Escena”. A partir de noviembre
de 1980 se habían iniciado los ensayos y preparativos de la obra.
Hubo un gran alarde preparativo: decorados, vestuario, pinturas de
época, mobiliario,… La obra se puso en escena el 20 de marzo de
1981 en la sala Mozart del Auditórium. Se representó durante diez
días, siendo la función diaria los laborables y doble los festivos.
La acogida por parte del público fue muy favorable. Los dos primeros
días se agotaron las localidades y en los días siguientes la
asistencia fue notable.
“El
grupo de teatro “Nueva Escena” estrena mañana la obra “Becket”
en la
Sala Mozart del Auditórium, dirige la obra el P. Miguel Garau
Horrach.
Nos
consta que la representación de esta obra ha sido cuidada con verdadero
mimo. Todos los detalles están estudiados por ese director y artista
que es Miguel Garau, quién ha contado con la ilusión de los noveles
actores
que, en este caso, son nada menos que veinticinco. Todos los decorados
y vestuarios son nuevos y constituyen todo un alarde, como hemos
dicho, de cuidado y mimo.Esperamos
con ilusión esta obra”.
M. C.
“Baleares”. -Palma de Mallorca- 19-11-1981
En las páginas
de antología se reproduce una entrevista al grupo teatral “Nueva
Escena” que realizó el Diario de Mallorca el 20 de marzo de 1981.
Del 18 al 30 de
enero de 1982 expuse en el Círculo de Bellas Artes treinta y seis
óleos. La temática en su totalidad eran motivos mallorquines:
paisajes de montaña, marinas y almendros en flor. Algunas obras eran
de gran formato. Completaban la muestra tres retratos y cinco dibujos
con escenas de figuras.
De nuevo volví
a exponer en el Círculo de Bellas Artes del 30 de septiembre al 12
de octubre de 1985. La exposición estaba muy en la línea y
características de la celebrado en 1982.
“La
paleta de este pintor sigue siendo la misma, pero hay algunas obras en
las que el artista va reduciendo el color, estructurándolas de una manera
más simple y voluntariamente restringida.
El
pintor colorista no es el que puede agotar todos los tonos, sino
aquel
que
usa justamente el color, el que siente su armonía, el que desarrolla
una
más rica gradación de tonos y este es el caso de Miguel Garau.
Sin
apartarse de unos cánones clásicos, tampoco le impiden una libertad
de interpretación, ni el logro de una belleza asequible a todos los públicos.
Hemos
de admitir que existen formas diferentes de expresión, distantes
unas
de otras, pero, ciertamente, cada artista debe saber elegir su propio
camino.
Ya
hemos dicho en otras ocasiones que Miguel Garau Horrach es un pintor
amante de la realidad sustancial, pero no debemos olvidar que a la
hora
de comentar la obra de un artista, sólo cuenta – o debe contar –
el
resultado
de una actitud propia que hay que respetar.
Miguel
Garau, en la concepción de sus obras se apoya en el dibujo que domina
a la perfección y aprovechándose de este medio, no sólo lícito sino preciso
además, y la utilización de unas muy hábiles pinceladas, el pintor
modela
y estructura cada uno de sus lienzos”.
Pedro
Crespo -Pedro Quetglas: “Xam”-. “Radio Popular de Mallorca”.
Emisión de Arte: “De lo Vivo a lo Pintado”. 12-10-1985
En 1989, con
motivo del 30 Aniversario de mi primera exposición individual
presenté una selección de obras en la “Sala de las Columnas”
del Colegio de Montesión. Fue del 29 de noviembre al 23 de
diciembre. Esta muestra iba dirigida a familiares y amigos en un plan
algo privado. En esta ocasión expuse veinticuatro óleos, algunos de
gran formato.
De esta muestra
no hubo ningún tipo de publicidad ni tampoco ningún tipo de anuncio
público. Un día se presentó el buen amigo, de feliz memoria, José
Mascaró Pasarius y publicó una escueta nota crítica.
“En
la Sala de las Columnas del Colegio de Montesión, especialmente creada
para sensibilizar al arte a sus alumnos, Miguel Garau expone veinticuatro
lienzos con motivo de cumplirse el 30 aniversario de su primera
exposición individual celebrada en 1959 en el Círculo de Bellas Artes.
Pintura muy original, textura vigorosa, casi escultórica. Color rutilante
que en momentos parece como polvo de estrellas o de piedras preciosas
desparramado por la magia de un “gnomo” juguetón y travieso.
Destacables
son sus telas tituladas “Porxet de muntanya” y “Porxet de
s’Oliverar
Gros”, “Puigpunyent otoñal”, “ Campo de lirios en la
montaña” o
“Caserío
de Son Bauló”. Muy buenos sus juegos de verdes que brillan como
esmeraldas entre los plateados olivos”.
José
Mascaró Pasarius. “Baleares” -Palma de Mallorca- 4-12-1989
Del 27 de
noviembre al 20 de diciembre de 1991 volví a presentar en la “Sala
de las Columnas” del Colegio de Montesión una muestra muy similar
a la celebrada en 1989. En esta ocasión presenté veintiséis óleos
y por primera vez cinco esculturas en bronce: “Hondero montado a
caballo”, “Nuredduna (homenaje a D. Miguel Costa i Llobera)”,
“Virgen de la roca”, “Sagrada Familia: Belén” y “Divina
Maternidad”.
Nuevamente, al
igual que hizo en mi anterior exposición, se presentó el crítico
de arte J. Mascaró Pasarius, quién después de contemplar la
exposición presentó una breve nota crítica, como siempre llena de
aire poético y fantasioso.
“Paisajes de Mallorca y esculturas de héroes mallorquines y de temas religiosos. Entre sus pinturas destacan por la expresividad y elocuencia de su lenguaje pictórico “Presagio de tormenta”, “Almendros en flor en Galdent”, “Ginestres de muntanya” y “Homenaje a Van Gogh”. En escultura, con la que Miguel Garau debuta, quiero referirme de un modo especial a su “Hondero balear a caballo”. Miguel Garau ha hecho una obra bella, sugestiva, nueva y genialmente osada”.
José
Mascaró Pasarius. “Baleares”. -Palma de Mallorca- 2-12-1991.
El 12 de marzo
de 1.993, después de muchos encuentros y conversaciones con el
rector de la Parroquia de la Stma. Trinidad, empecé a trabajar en
una obra de grandes proporciones (12 x 8,5 mts.), que será conocida
como “Retablo de la Stma. Trinidad”.
Fue en el
verano de 1.976, con motivo de un bautizo que tuve en la Parroquia,
cuando mi madre me sugirió la idea de pintar algún tema en la
enorme pared blanca del ápside.
Hacía tiempo
que tenía ganas de realizar un trabajo de este tipo y en concreto
había pensado algunas veces en el presbiterio de la Parroquia de la
Stma. Trinidad. Las primeras conversaciones con el rector de la
Parroquia se iniciaron en 1.986. Cuando dí a conocer el plan de la
obra noté cierta desconfianza ante el proyecto, pienso si en aquel
momento faltó credibilidad de que era capaz de ser realizado, y es
que el plan inicial era mucho más ambicioso de lo que concretamente
se hizo. Así que, ante las dudas, el proyecto quedó aplazado en un
compás de espera que duró hasta 1.993 en que se llegó a un acuerdo
para la ejecución de la obra tal como hoy puede verse.
El plan de la
obra está dispuesto en forma de tríptico. En el panel central, que
mide seis metros de ancho por ocho y medio de alto, está
representado el tema de la Santísima Trinidad, titular de la
Parroquia, recibiendo a Virgen María en la Gloria. El hecho de
representar a la Virgen María asociada al Misterio Trinitario me
pareció totalmente obvio desde el primer momento, no sólo por
cuestiones ideológicas sino también por esta tradicional y honda
devoción mariana que siempre se ha dado y sentido en Mallorca.
En los paneles
laterales, que miden dos metros de ancho por seis de alto cada uno,
están representados San Sebastián, patrono de Palma, y el Beato
Ramón Llull, una de las personalidades mallorquinas más universales
y sabias que tenemos en Mallorca.
Referente al
trabajo que me llevó, debo decir, que teniendo en cuenta que yo iba
realizando la pintura con cierta secreta intimidad, sin dejar ninguna
de mis actividades ordinarias y si además consideramos que estuve
algo así como un mes y medio sin pintar, considero que la ejecución
fue relativamente rápida. Empecé a trabajar el 14 de marzo de 1.993
y terminaba la obra al año siguiente a principios de diciembre. Hay
que tener en cuenta que se trata de una superficie de ochenta y cinco
metros cuadrados de pintura y que se trabajaba sobre un andamio de
cinco pisos.
Pocos días
después de terminada la obra, el 17 de diciembre, tuvo lugar el acto
de presentación y bendición del Retablo.
“El
Obispo de Mallorca, Teodoro Úbeda, bendijo ayer el altar y el
retablo de la Parroquia
de la Santísima Trinidad de Palma, acto que revistió gran solemnidad
y que fue seguido por multitud de fieles de la barriada de Foners.
El
Rector Juan Servera fue el encargado de presentar el acto, recordando brevemente
a los presentes una breve historia de esta Parroquia Palmesana,
mientras el Retablo permanecía cubierto por una enorme cortina color
dorado.
Después
de las palabras del Rector se descubrió el Retablo con grandes plausos
de los fieles, en su mayoría vecinos colaboradores en esta obra parroquial.
El autor Miguel Garau explicó a los asistentes el significado de las
pinturas del Retablo, alusivo a la Stma. Trinidad, que incluye a la Virgen María,
y flanqueado por las figuras de San Sebastián con fondo del castillo
de
Bellver, y la del Beato Ramón Llull con fondo de “Sa Foradada”,
en recuerdo
de la escuela que él allí creara.
El
Obispo de Mallorca bendijo la obra así como el altar, presidiendo
luego la misa
solemne concelebrada en la que participaron veinticinco sacerdotes.
La Capella Oratoriana interpretó distintos cánticos durante la misa, acompañados al órgano por el maestro Bartolomé Veny, y el grupo de Foners danzó “L’Oferta”
Amalia
Estabén, “Última Hora”, domingo 18 de diciembre de 1.994.
Terminado el
Retablo empecé a preparar una próxima exposición. La muestra tuvo
lugar en la galería Arlés en 2.001.
La
galería Arlés de Palma inauguró anoche la exposición de pinturas
de Miguel
Garau Horrach, una muestra que reúne una selección de las obras de
este padre jesuita que combima su labor docente, como profesor de Historia
del Arte en el Colegio de Montesión, con su afición a la plástica. Las telas
que integran la exposición reflejan el interés de su creador por el paisaje
de Mallorca sobre el que vierte todo el color de su paleta
El
Mundo / “El Día de Baleares”, miércoles 17 de octubre de
2.001).
Esta exposición
fue solicitada por la propietaria de la galería en el transcurso de
un almuerzo. En esta ocasión expuse sesenta y dos óleos, la muestra
que
he realizado con mayor cantidad de obras. La temática era el paisaje
mallorquín: huertos, marinas, jardines y motivos campestres. Expuse
también varios cuadros de escenas parisinas, pues en los veranos
tenía ocasión de pasar unos
quince días en la Parroquia de Sant François de Sales. Destaco
entre ellos: “Parque de Versalles”, que yo solía visitar con
mucha frecuencia, y “Parque de Saint Cloud”.
Esta exposición
fue una solemne equivocación. No se tenía abierta la sala a las
horas convenidas, no se cuidaba la asistencia de los visitantes, y se
dio cierta falta de sincera honradez a la hora de liquidar las
ventas, en pocas palabras: Un desorden tal como para olvidar y no
volver a colgar cuadros en esta galería.
Algo
defraudado, pero no desanimado, di comienzo a una nueva etapa en mi
tarea pictórica. Empecé a preparar varios retratos y paisajes de
gran formato, pues hacía tiempo que los tenía en proyecto.
Naturalmente
que me planteé nuevos horizontes estilísticos, pero no pude evitar
algunos interrogantes. ¿Cómo abordar nuevas tendencias cuando
vivimos un tiempo en el que se han destruido muchos principios
creacionales e incluso las formas del arte tradicional?.
Cuando se
quiere intentar penetrar en una innovación estilística se
experimenta algo así como una sensación de angustia ante un abismo.
No es fácil encontrar una relación formal y conceptual ante lo
hecho y un planteamiento de futuro innovador.
Hay que tener
presente que el progreso no es nunca inicial, exige un pasado al que
hay que contemplar y respetar con orgullo de superación. Creo que no
hay que contentarse con el estar sino que hay que poner el objetivo
en el devenir, en un proceso en el que el artista debe poder moverse
desde la subjetividad absoluta y con total libertad de expresión.
Todas estas
consideraciones artístico-ideológicas deben estar presentes a la
hora de los planteamientos innovadores. Con estas consignas inicié
la nueva etapa, como una flecha sin rumbo que sale del alma y no se
sabe dónde va a caer.
Los resultados
de estas conclusiones fueron expuestos el 4 de noviembre de 2004 en
la prestigiosa Galería Gabriel Vanrell de Palma. De esta muestra
formada por treinta cuadros se dijo:
“El
Jesuita Miguel Garau Horrach cobija tres vocaciones, la que le
consagró a la
orden, el cine y la pintura. Una antológica le presenta desde hoy en
la Galería
Gabriel Vanrell”
“En
ella sobresalen sus temas principales, el paisaje, siempre de
Mallorca, la
tauromaquia y los retratos. Entre éstos, los de los Reyes de España
y uno de
la princesa Diana de Francia. No oculta que el retrato quita libertad, aunque
se siente a gusto con esta temática.”
“El mundo de la tauromaquia lo vierte a través de un retrato del torero Fran Rivera Ordóñez y de un paisaje en el que sale una escena en el campo
“El resto de las obras son paisajes de Mallorca, siempre en óleo. Es muy variado, romántico y limpio. En el paisaje se busca el lado estético, el juego de la luz y el encuadre. En la exposición destacan marinas de Sóller, Alcudia y Sa Calobra”.
“Garau
Horrach no había expuesto desde el 2001. Aún recuerda con agrado la
primera vez que expuso, en el círculo de Bellas Artes, cuarenta y
cinco años
atrás”.
L.
D. “Diario de Mallorca” 4 de noviembre de 2004.
“Estuve
en la inauguración de la exposición del Padre Miguel Garau, en la
Vanrell.
Mucha gente, y obra muy interesante (retratos y paisajes bellísimos)
que
les recomiendo que vean. Hay un lienzo de toros hermosísimo. Con
esta muestra
el artista conmemora los cuarenta y cinco años de su primera exposición”.
Pedro
Prieto, “Última Hora”, 8 de noviembre de 2.004.
“Miguel
Garau Horrach inauguró una antológica en la Galería Gabriel Vanrell compuesta
por retratos, paisajes y cuadros con motivos taurinos”. Recopila
varias de sus obras cuando se cumplen 45 años de su primera exposición.
Empezó a pintar a los 15 años. Desde entonces ha pintado 727 cuadros,
cifra que tiene metódicamente documentada. De los que expone en la
Vanrell, los de mayor formato son los retratos. Es un género con el
que disfruta,
aunque reconoce que quita libertad al pintor porque tiene que estar bien
realizado y reflejar también el mundo de la persona pintada“
“En
los paisajes retrata diferentes escenas mallorquinas limpias,
románticas y clásicas,
características con las que se identifica”.
“Aprendió,
de su amigo, el pintor Ramón Nadal y sigue aplicándose que: El ideal
de todo pintor y artista es considerarse totalmente libre”.
“Todo
le sitúa cercano al impresionismo y al postimpresionismo, corriente
con la
que se acabaron las grandes escuelas”.
Marcos
Torío, “El Mundo/El Día de Baleares”, viernes 5 de noviembre de
2.004.
Debo decir que
quedé muy satisfecho de esta exposición. Los propietarios de la
Galería: Gabriel, Juanita y Rosa Vanrell, tuvieron muchas y
agradables atenciones conmigo. La asistencia de público fue notable.
Todas estas vivencias me comunicaron un agradable y feliz estado de
ánimo.
En enero de
2.005, después de un breve paréntesis de descanso emprendí una
nueva etapa productiva de mi labor pictórica.
De nuevo, del
18 de octubre al 13 de noviembre de 2.007, volví a exponer mis obras
en la Galería Gabriel Vanrell.
“Miguel
Garau Horrach inaugura, una muestra compuesta por una treintena de
obras de su última etapa en la Galería Vanrell de Palma. El pintor,
presenta
paisajes de la Isla y retratos de cuerpo entero al óleo sobre tela”.
“El
pintor, inició su carrera artística a los 15 años gracias al apoyo
de su
madre
María Horrach Ferretjans, de la cuál hay un retrato de cuerpo
entero”.
“Oliveras,
pinos, figueras de moro, alcachoferas, almendros o cabras son
algunos
de los motivos de la fauna y de la flora mallorquina que retrata Garau.
El Castell de Bellver, Cabrera, Sa Foradada, Cala Vicens, Algaida, el Plà
de Sant Jordi, la Real o Es Pil.larí son los lugares donde localiza
las pinturas
trabajadas directamente”.
“El
pintor explicó que en su próxima exposición habrá un cambio de
temática, enfocado
al mediterráneo”.
M. Garcías, “Última Hora” 18 de octubre de 2.007.
“Els
cuadres de Miquel Garau Horrach s’exposen una vegada més a la Galería
d’arte Vanrell. El centre expositiu inaugura una mostra que recull una petita
antologia de l’obra del pintor, a més dels seus darreres treballs.
En aquests, es pot observar que els cuadres del jesüita traspuen la llum mediterrània que ha seduït tants d’artistes al llarg de la història. Una llum que Garau porta gravada als ulls i que recrea amb força una vegada i una altra.
És així que la Mallorca més bella pot llavors surgir dels pinzells i les espàtules que Miquel Garau maneja amb traça, i esdevenir testimini viu del patrimonio natural i paisatgístic que habiten els illencs. Garau reviu incansable les imatges més típiques de Mallorca: una serra de Tramuntana enigmàtica, una pagecia bucòlica, uns ametlers nevats, unes oliveres imponents, un mar lluentejant”.
“Els colors de la primavera i la tardor són els grans protagonistas d’una obra que transporta l’espectador a una illa ideal que potser ja pocs mallorquins recorden.”
En aquests, es pot observar que els cuadres del jesüita traspuen la llum mediterrània que ha seduït tants d’artistes al llarg de la història. Una llum que Garau porta gravada als ulls i que recrea amb força una vegada i una altra.
És així que la Mallorca més bella pot llavors surgir dels pinzells i les espàtules que Miquel Garau maneja amb traça, i esdevenir testimini viu del patrimonio natural i paisatgístic que habiten els illencs. Garau reviu incansable les imatges més típiques de Mallorca: una serra de Tramuntana enigmàtica, una pagecia bucòlica, uns ametlers nevats, unes oliveres imponents, un mar lluentejant”.
“Els colors de la primavera i la tardor són els grans protagonistas d’una obra que transporta l’espectador a una illa ideal que potser ja pocs mallorquins recorden.”
“Però
no sols és el paisatge allò que Miquel Garau recrea sobre el llenç.
El retraté
és l’altre gran tema del pintor. La sobrietat impactant amb la
qual Garau retrata
les persones, fa pensar que aquestes prendan vida i botaran fora del quadre.
Retrato de mi madre, Flautista mallorquín o Garrochista, en són algunes
mostres”.
M.
M. Rayó, “Diari de Balears”, dijous, 18 d’octubre de 2007
.
Clausurada esta
exposición, de la cuál quedé muy contento por su aceptación
popular, y nuevamente agradecido por los propietarios de la galería,
dediqué unos días a reflexionar sobre el rumbo y temática con la
que podría enfocar mi próxima producción artística. Tengo puesto
el deseo en un proyecto futuro, que tiene raíces en el pasado, de
emprender una temática con un cierto cambio de estilo en su
realización.
Debo madurar
este plan y una vez decidido el camino a emprender lanzarme a su
realización de manera decidida, libre y entusiasta.