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lunes, 11 de marzo de 2013

Algunas cosas sobre aspectos de mi dedicación artística...


Cuando se ha podido seguir en la intimidad el proceso de un creador, desde su nacimiento, se ha advertido cómo iba creciendo su capacidad detectora y productora de belleza con emisiones más ricas cada vez. Descubrimientos constantes, si se trata de un pintor, en el reino de lo plástico: de subjetiva experiencia, de técnica conquistada. Doble proceso que atrae y fascina al amante de la psicología estética”.

“¿Puedo confesar que éste ha sido mi camino de gozo ante Miguel Garau? ¿Qué lo que acabo de anotar, se refiere concretamente a él? La belleza en forma plástica o musical halla en su espíritu una sede viva. Capta, recoge, acumula. Enriquecimiento fecundante y, luego, producción propia. Inquieto y tenaz en la búsqueda de elementos de expresión, dibujo, color, estudio del natural, siempre alertada la observación. Hasta dar con un acento, el de Miguel Garau. No se ha dejado engañar por sirenas ajenas a su temperamento. Muestra de personalidad. Y ha sido exigente con sus posibilidades.”

“Tal es la entrega, madurada sin prisas y sin descanso, que brinda en sus perspectivas seguras, en pinceladas breves de toque sensitivo, en dibujo de firme estructura, el arte obtenido ya, y cargado de mayores promesas, de este pintor que cuenta en la plástica de Mallorca, y que se llama Miguel Garau.”

           Juan Bautista Bertrán. Escritor, poeta y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla


Creo que estas expresiones del gran poeta y excelente amigo Juan Bautista. Bertrán definen, en cierto modo, lo que ha sido una constante a lo largo de mi vocación artística. Un itinerario estimulado por la inquieta necesidad de crear.
Empecé a dibujar, no puedo precisar a qué edad, pero cuando todavía era muy niño. No asistí a academias ni a centros de aprendizaje. Aprendí mediante la observación y estudio de los grandes maestros que atraían mi atención: LOS CLASICOS. Ellos estimulaban mi interés y toda mi admiración. Hacía dibujos de las obras cuya temática más me agradaban. Las observaba y luego me ponía a trabajar, ordinariamente dibujaba detalles. Ignoro el paradero de la mayor parte de estos dibujos. Muchos de ellos los regalaba a los amigos y compañeros de estudios. Recuerdo que era una época de mucha actividad y de gran auto-exigencia en mis trabajos que casi siempre me resultaban algo insatisfactorios para mis ambiciones. Desde mis primeros años hasta el momento presente el dibujo ha sido una práctica constante y con gran deseo y esfuerzo de superación.
 
Miguel Garau Horrach compone y elabora sus pinturas con extraordinaria nitidez, ágil en el dibujo y con poder de conferir movimiento y vida a sus realizaciones”.
 
                  “Miguel Garau en Bellas Artes”. José Bauzá i Pizá, Crítico de Arte. Diario de Mallorca”28-10-1977.
 
Garau Horrach pinta con dignidad, sabe lo que pretende, porque a la vista de unos dibujos expuestos se deduce que es artista capaz de crearse un mundo pictórico suyo, de intentar y lograr la propia recreación de cada tema planteándose nuevos problemas”.
 
                                                 "Garau Horrach, en el Círculo de Bellas Artes”. Rafael Perelló-Paradelo, Crítico de Arte. Ultima Hora” Palma de Mallorca 3-11-1977
 
Nací en la casa de mis abuelos maternos el 20 de mayo de 1937. Según me dijeron a las 20,15. La casa era conocida como C’an Rubert, una finca rústica entre S’Aranjassa y Es Pil-larí.Casi todos los fines de semana los pasaba allí. Yo creo que aquel contacto con la naturaleza resultó muy enriquecedor para mi sensibilidad:
 

Descubrimientos constantes: la maravilla del color en las montañas, en las frondas de los árboles, en las cosas y objetos más usuales, las innumerables sugerencias de la luz al incidir en el agua, en los tejados y muros de las casas”.
 
Juan Bautista Bertrán “Hoja del lunes” Palma de Mallorca), 17-10-1977, página 14.
 
 
Pasaba largo tiempo contemplando aquellos paisajes matizados por los diversos efectos de la luz. Ofrecían un aspecto encantador. Recuerdo, de manera especial, la época de los almendros en flor –en la finca había 175-, el espectáculo era maravilloso. Esta temática de los almendros siempre ha tenido especial preferencia de tratamiento en mis óleos y acuarelas.

El paisaje en la obra de este artista es una síntesis de todo un concepto estético que lucha por imponerse. Correcto de forma y alardeando de un colorido preciso y justo, sus paisajes son exponentes de una tendencia paisajística abundantemente cultiva entre nosotros”.
 
                  Gaspar Sabater. ”La pintura contemporánea en Mallorca”.Ed. Cort. 1972. Palma de Mallorca
         
Si analizo mi trayectoria artística, desde los comienzos hasta el momento actual, debo decir que mi primera etapa fue romántica si por Romanticismo conceptuamos a aquellos artistas que buscan y desean el individualismo, la libertad de acción, la espiritualidad y el sentimiento en lugar de la lógica y el método.

Inmersa dentro de un colorido instantáneo y en cierta forma, romántica, podríamos situar la pintura de Miguel Garau Horrach”.
 
Damián Ramis Caubet,Crítico de Arte. “Baleares”, 30-10-1977


Creo que tuve una evolución hacia el Realismo, si consideramos que su ideal era buscar la belleza en la observación de la realidad.

Cada cuadro de Miguel Garau Horrach, es un problema de luz, de color y
de composición que el artista resuelve de acuerdo con cada particularidad del tema. Cuando se trata de perspectivas, primeros planos o valores tonales Garau Horrach sabe desenvolverse bien, porque entre otras cosas, el dibujo-base que él domina, le dará las soluciones. La disposición de la luz, es uno de los principales méritos pictóricos de este artista, entusiasta de la realidad objetiva”.
Pedro Crespo -Pedro Quetglas: “Xam” Crítico de Arte.
Presentación catálogo 1978. Círculo de Bellas Artes Palma.


Pero he de confesar que por encima de estos campos clásicos mis horizontes artísticos pronto se fueron encauzando hacia lo que ha venido en denominarse Impresionismo.

En el mejor estilo académico, Miguel Garau presenta una bella colección de óleos y dibujos. Sus paisajes de Mallorca es el resultado de un trabajo
con exquisito temperamento, captados con toda la magia poética y lírica de gran colorido con el uso de la técnica neo-impresionista, no hay duda de que Miguel Garau está en la cima de la lista”.
José Mª. Forteza, Crítico de Arte. “Majorca Daily Bulletin”, (30-10-1977)
 

Miguel Garau ha hecho posible la captación del modelo dentro de un concepto neo-impresionista servido con pulcritud y elegancia”.
 
Gaspar Sabater Académico de Bellas Artes de San Sebastián -Palma- 
La pintura contemporánea en Mallorca”. Ed. Cort, 1972. Palma de Mallorca

No obstante creo que lo que en realidad me apasiona y atrae en el momento actual es el movimiento Post-impresionista.

En la producción de Miguel Garau abunda el paisaje tratado con cariño y devoción plena. Dentro de este post-impresionismo en el que se mueve la interpretación paisajística, hay que destacar el valor de una línea muy acorde y con un temperamento amante de la estructuración y de la medida. Como, también, la coloración que el artista ha sabido impregnar en sus telas, y que resulta altamente sugestiva. Porque en Miguel Garau Horrach la ambientación, línea y color conjuntamente, constituye el elemento primordial en sus obras y es lo que mejor la define”.
 
Gaspar Sabater Académico de Bellas Artes de San Sebastián -Palma-
La pintura contemporánea en Mallorca”. Ed. Cort, 1972. Palma de Mallorca


El impresionismo y el post-impresionismo añadieron un capítulo de singular belleza y categoría a la Historia del Arte. Es la crónica de unos esfuerzos heroicamente sostenidos, pese al desaliento y la fatiga de unos objetivos estéticos perseguidos con indeclinable integridad y maravilloso resultado, de un triunfo seguido de fructíferas consecuencias. Al igual que otros movimientos artísticos, fueron tan complejos en sus orígenes como trascendentales en sus efectos.
El éxito conseguido por estos estilos a finales del Siglo XIX y XX puede juzgarse en dos aspectos contrapuestos: por el eco que el movimiento halló entre los pintores, y por la impaciencia de una generación joven deseosa de alcanzar nuevas metas.
Los post-impresionistas fueron los artistas que nos dieron las últimas imágenes del mundo “pictórico”, y al mismo tiempo fueron los primeros “vanguardistas” a quienes se les sometió a un exilio colectivo.
El gran descubrimiento de estos estilos y su aportación al arte fue que se observaba como la luz se proyectaba sobre los objetos mediante toques fragmentados de color que modelan las formas sin recurrir al contorno definido.
Su técnica consistía en yuxtaponer sobre el lienzo los colores, sin apenas mezclarlos en la paleta, dejando que fuera la retina del espectador quien los fusionase.

Mantenían el principio de que en la naturaleza ningún color existe por si mismo, la coloración es una pura ilusión. La luz es la que revela las formas y crea matices infinitos según la hora del día.
Los movimientos impresionistas fueron unos importantes acontecimientos históricos, ligados en muchos aspectos con el arte moderno y contemporáneo, y que no han perdido nada de su lozanía con el paso del tiempo.
 
 
A los doce años, 1949, inicié los estudios de Perito Mercantil en la Escuela de Comercio –hoy Escuela Empresarial-.
En 1951, con catorce años, empecé a trabajar con acuarelas. Descubrí el encanto especial del color. Fue con esta técnica acuarelística que pinté el tema: “San Juan Bautista bautizando a Cristo” (91 x 65). Es una obra que desconozco su paradero en el momento actual.
 
Fue en el verano de 1953 cuando adquirí las primeras pinturas al óleo. Dediqué bastante tiempo a observar el resultado de las mezclas cromáticas y apreciar los diversos matices que se podían obtener con tales resultados.
 
El primer cuadro que me atreví a realizar fue un “Paisaje de fantasía” (24 x 19). Creo que esta obra está en poder de uno de mis familiares. Es un paisaje romántico de exagerado colorido…, y creo que algo subrrealista.
Poco a poco me iba familiarizando con las posibilidades del color y empecé a pintar bodegones y paisajes del natural, todos ellos de pequeño formato.
 
Seguidamente, en 1954, terminado el Peritaje, me matriculé en los cursos de Profesor Mercantil. Terminé los dos cursos al año siguiente, en septiembre.

En junio de 1955 pinté “El Santo Ángel de la Guarda” (55 x 76), un óleo sobre tela. Siguieron varios temas de figura, entre los que destaco “El majo de la guitarra” -copia de R. Bayeu-, “Viriato” y “San Pedro libertado de la cárcel por un ángel”.
 

A partir de 1956 tuve una gran dedicación al tema de la figura. De aquella época son: “El Papa San Pío X”, “Las lágrimas de San Pedro” y “La Magdalena llorando sobre el manto de Cristo”.
 

En marzo de 1956 me alisté como voluntario en aviación para hacer el servicio militar. La primera etapa, la del reclutamiento –dos meses en son Rullán - me resultó algo dura. Al pasar a las oficinas de administración del Economato todo fue más relajado, aunque no exento de preocupaciones por los problemas que ocasionaban los partes diarios de contabilidad. Éramos un equipo de amigos muy bien avenidos y con un buen ambiente de compañerismo.
 
Al tener las tardes libres pude aprovechar para dedicarlas a la pintura. Fueron también unos meses en que me propusieron dar clases de Contabilidad y Cálculo a opositores de banca. Fue una época de intensa actividad. Las clases tenían lugar en la Academia Mercator dirigida por D. Francisco Bonnin.
 

En septiembre de 1958 pinté el “Retrato de mi abuela Margarita Ferretjans”. Es una obra que considero de las más logradas de aquel momento. Mi abuela Margarita era una mujer del campo, fuerte, muy trabajadora, de gran vitalidad y delicadamente piadosa. Creo que en el cuadro quedan captados todos estos rasgos.
 

De septiembre a diciembre, de este año 1958, estuve trabajando en el cuadro “Prometeo encadenado implorando el perdón de Júpiter”, al que siguieron un “San Sebastián”, “Las tres Gracias” y un buen número de paisajes y bodegones.
 

Del 27 de junio al 10 de julio de 1959 tuvo lugar mi primera exposición individual en el Círculo de Bellas Artes de Palma –en la actualidad sede del Parlament Balear-. Expuse catorce cuadros. Temas de figura y paisajes de Mallorca. Quedé francamente satisfecho de esta primera salida artística. Tanto la asistencia de público como la crítica se mostró muy positiva y generosa.

 
 
Disciplinas escolares y académicas de pintura y dibujo artístico seguidas de manera sistemática y con aplicación notoria, evidencian las catorce pinturas al óleo que en el Círculo de Bellas Artes expone el estudioso pintor D. Miguel Garau.  
Los cuadros de paisaje (ocho en total) están concebidos y resueltos en verdes gamas adecuadamente armonizadas y revelan nada comunes conocimientos de perspectiva en su doble aspecto lineal y aéreo. 
El cuadro más discreto y simpático, cuya “atmósfera” hallase plenamente  conseguido, es el titulado “Retrato de mi abuela”. 
Parejos, en cuanto a méritos pictóricos, cabe considerar el cuadro de“San  Sebastián” y el retrato de “S. S. el Papa Pío XII” en el que el Sumo Pontífice aparece en actitud de impartir la bendición. 
A diferencia de las más popularizadas y famosas interpretaciones clásicas del tema, “Las tres Gracias” que ha pintado el Sr. Garau estas aparecen ruborosamente envueltas en etéreas gasas, excepto la figura central que muestra la espalda… y “aquella parte en que la espalda pierde su púdico nombre”. Son las tres mitológicas deidades central motivo de un umbroso paisaje vagamente corotino, resuelto con la misma jugosidad que los captados en las pinturas comprendidas entre las números siete y catorce del catálogo. Hace fijar la atención cierto realista y bien diseñado lirio que aparece en primer término del sugestivo cuadro. 
Pintura que tal vez hubiese placido a D. Casto Plasencia es el cuadro de grandes dimensiones “Prometeo encadenado implorando el perdón de Júpiter”. 
En la vasta pintura del Sr. Garau, el prudente hijo de Yapeto y de Climena, hermano de Atlas, de Menoseio y de Epitneteo (personajes, los dos últimos, escasamente importantes) aparece atado con invencibles cadenas a una roca cimera de la montaña Scitia. En su versión, el Sr Garau es más fiel al relato de Esquilo que al de Hesiodo, el cuál afirma, acaso sin suficiente fundamento y un tanto a la ligera, que Prometeo fue atado a una columna del orden dórico. Un escenario como no pudieron imaginar Esquilo ni Hesiodo, lo cuál no quiere decir que esté más lejos de
la realidad que los que aquellos describieron.  
Para satisfacción del Sr. Garau, autor del “Prometeo encadenado implorando el perdón de Júpiter”, proclamemos, porque es cierto, que pinturas no tan meritorias como la suya alcanzaron primeras, segundas y terceras medallas en múltiples Exposiciones Nacionales de fin de siglo. En el denominado Museo de Arte Moderno hay más de un cuadrazo de tema  histórico y mitológico cuyos cuestionables méritos, en justicia, a caso no puedan ser considerados superiores a los de la composición pictórica llevada laboriosamente a término por el Sr. Garau”.

Don Miguel Garau en el Círculo de Bellas Artes”. “Última Hora” Palma de Mallorca (3-7-1959)
 
El 18 de julio de 1959 comuniqué a mis padres la decisión de entrar en la Compañía de Jesús. No les fue fácil aceptar esta decisión, sobre todo a mi padre. En aquel momento yo estaba en condición de hijo único. Mi hermano Bartolomé, cuatro años más joven que yo, había muerto en 1947 a consecuencia de una meningitis.
 
El 22 de septiembre salí de Palma hacia el Noviciado de Raymat -Lérida-. Llegué allí el día 24, festividad de la Virgen de la Merced.
Como consecuencia de las exigencias de la formación religiosa: Noviciado y Humanidades (Raymat, Lérida, 1959-1962). Magisterio en el Colegio El Salvador (Zaragoza, 1962-1964). Filosofía y Teología (Facultad de San Cugat del Vallés, Barcelona, 1964-1970). La actividad artística fue escasa pero no abandonada. Fueron años en los que hubo una gran práctica del dibujo y la búsqueda de nuevos horizontes artísticos. Creo que en estos once años de formación pinté unos cincuenta cuadros. Destaco entre ellos, un “Retrato del Papa Juan XXIII”, “Cristo cargado con la cruz”, “Entierro de Cristo”, “El profeta Isaías”, “Pierrot Lunaire” (homenaje a Arnold Schönberg), “San Pablo”, “Retrato del Padre Antonio Massana S. J.”, “El Papa Pablo VI”. Hay añadir a estos títulos unos diez retratos y unos treinta paisajes.
 
Durante los veranos de 1966 y 1967 hice unos Cursos de Cinematografía en la Universidad de Valladolid. Organizaba estas jornadas José Mª. Sthaelin, gran especialista en materia fílmica. A estos cursos asistían, en calidad de invitados para hablarnos de sus experiencias profesionales, artistas, directores y críticos que amenizaban nuestras sesiones.
 
Para mí el cine siempre ha tenido un especial interés vocacional. Me hubiera gustado haber tenido ocasión de poderme dedicar más a este oficio en la modalidad de dirección.
 
Finalizado el tercer año de Teología, en la Facultad de Sant Cugat, vine a Mallorca para ordenarme sacerdote el 21 de junio de 1969. Al día siguiente celebré la primera misa en nuestra Iglesia de Montesión.
 

Unos días después del 4 al 14 de julio, mis buenos amigos Jesuitas, los hermanos Rafael y Javier de Juan, me invitaron a un viaje por Europa. Salimos de Barcelona con un “seiscientos” generosamente facilitado por la familia Elosua. Entre otras ciudades visitamos Montecarlo, Niza, Verona, Florencia – gran emoción al encontrarme ante el “David de Miguel Ángel”-, Génova y los Alpes Suizos. Nos pasaron tantas aventuras y contratiempos que se podría escribir un sabroso anecdotario de lo ocurrido en aquellos días. Hubo tiempo para poder admirar buen número de obras de arte en los interiores de Iglesias y Museos.
 
Terminados los estudios de formación y de nuevo en Mallorca -1970 -, reemprendí una gran actividad artística, que compartía con las tareas docentes en el Colegio. Durante mi etapa de magisterio (1970-2003), fui profesor de: Historia del Arte, Historia de la Filosofía, Historia Universal, Historia de la Iglesia, Historia de la Música. Durante varios años también di clases de Estética Cinematográfica. Creo que con buen fruto, pues de ésta época salieron varios alumnos que se dedicaron a la dirección cinematográfica, cito entre ellos a Luís Casasayas y a Antoni Aloy. Anteriormente, en 1969, había terminado sus estudios en el Colegio el también director Agustín Villaronga y posteriormente lo hizo Oliver Torrents, hijo del famoso pintor Xim Torrents Lladó.
 
En julio de 1971, tuve ocasión de ir a París invitado por el Rector de la Parroquia Saint François de Sales para ejercer funciones de vicario. Fueron días que también aproveché para mi aprendizaje artístico ya que tuve ocasión de entrar en contacto directo con las grandes obras de los impresionistas, tanto en el Museo Jeu de Paume como en el Museo del Louvre. Impresionante la sala-montaje de los “Nenúfares” de Claude Monet en L’Orangerie.
 
Al año siguiente -1972-, tuve nueva ocasión de volver a la Parroquia parisina. En el tiempo que duró la estancia, unos dieciocho días, volví a revisar lo que ya conocía y ampliar un poco los campos artísticos. Entre mis visitas destaco la que hice a la Catedral de Notre Dame, me pasé casi dos días visitándola. Impresionante su campana mayor con un peso cinco toneladas.
 
 
Durante el verano de 1972 realicé el cortometraje “Galaxina”. El tema que presenta es que siempre queda algo misterioso en las ruinas de lo que en el pasado ha sido una época de fantasía.
 
En junio de 1973 tuve ocasión de conocer al pintor D. Ramón Nadal. El encuentro tuvo lugar cuando el artista se encontraba pintando en los alrededores del pueblo de Santa María. Desde entonces nuestros encuentros fueron frecuentes. Varias veces salimos a pintar juntos, especialmente cuando se trataba de ir a pintar a la Cala San Vicente de Pollensa. Para los dos aquel paisaje fue, y sigue siendo para mí, un lugar favorito. Aquellos parajes tienen un color y una luminosidad extraordinaria y tentadora. Con razón cuando nuestro pintor Lorenzo Cerdá invitó a Joaquín Sorolla a visitar Mallorca. Un día en que los dos se encontraban pintando en la Cala de San Vicente ocurrió que de pronto Sorolla interrumpiendo su trabajo y dando una gran patada al caballete en el que se apoyaba el lienzo que pintaba, exclamó en alta voz: “¡demasiada luz para mí!”, y ya fue incapaz de continuar el cuadro.
 
En 1975, la genial escultora Remigia Caubet, que tuve el honor de conocer en 1971, quiso modelar en barro un retrato mío. El resultado fue magnífico, tanto en técnica como en la captación de los rasgos fisonómicos. En 1976 le pedí que lo pasase a bronce. Con la nueva materia la obra ganó mucho en calidad artística. Remigia siempre decía que era uno de los mejores retratos que había realizado. Debo creer que era cierto lo que decía porque en varias ocasiones me lo pidió para que figurase en las exposiciones que organizaba.
 
 
En 1977, en el XXXVI Salón de Otoño organizado por el Círculo de Bellas Artes de Palma, se me concedió la Segunda Medalla en Dibujo por la obra titulada “Homenaje a Vivaldi”.
 
Del 22 de octubre al 4 de noviembre de 1977 expuse óleos y dibujos en el Círculo de Bellas Artes. Tanto la crítica como la presencia de público constituyó un gran éxito. Se vendieron la casi totalidad de las obras expuestas.
 
 
 
 

En el Círculo de Bellas Artes expone el artista Miguel Garau Horrach una muestra de su última producción. En ella abunda el paisaje tratado con cariño y devoción plena. Dentro de este post impresionismo en el que se mueve la interpretación paisajística, hay que destacar el valor de una línea muy acorde y con un temperamento amante de la estructuración y de la medida. Como, también, la coloración que el artista ha sabido impregnar en sus telas, y que resulta altamente sugestiva. Porque en Miguel Garau Horrach la ambientación, línea y color conjuntamente, constituye el elemento primordial en sus obras y es lo que mejor la definen. Lejos de este artista la improvisación y el desenfado. Todo está medido, todo calculado. Destacan, por encima de toda otra consideración, la presencia de varios dibujos, llenos de sugerencias, auténticas obras de arte que podrían firmar los grandes maestros del género”.
 
Gaspar Sabater, “Hoja del lunes”. 31-10-1977
 
 
 
 
 
 

 
Con un premio recientemente conseguido en el “Salón de Otoño”, se presenta en el Casal Balaguer (Círculo de Bellas Artes) el pintor Miguel Garau Horrach, ágil en el dibujo y con poder de conferir movimiento y vida a sus realizaciones. Miguel Garau hacía varios años que no exponía en Palma, donde complace a su incondicional público. El pintor compone y elabora sus pinturas con extraordinaria nitidez. Sus obras de una variada temática paisajística están realizadas bajo una responsable seriedad y autenticidad.
Su expansión colorística no queda ceñida a una limitada composición. Sus pinturas son agradables y sin ánimo de complicaciones. Trabaja con agradables resultados. Hay una gran firmeza en tonos, captaciones lumínicas y una pulcra dicción en la tendencia en la que se halla inmerso”.
               José Bauzá i Pizá, “Diario de Mallorca”. 28-10-1977



 
Miguel Garau Horrach es un artista que conoce la forma y que la sabe interpretar. Sabe que existe esa forma y la aprovecha para apoyar en ella toda su obra. Cada cuadro de Miguel Garau es un problema de luz, de color y de composición que el artista resuelve de acuerdo con cada particularidad del tema.
Cuando se trata de perspectivas, primeros planos o valores tonales,
Garau Horrach sabe desenvolverse bien, porque, entre otras cosas, el dibujo-base que él domina, le da las soluciones. 
La disposición de la luz opuesta a veces al tema, el “contraluz”, es uno de los principales méritos pictóricos de este artista, entusiasta de la realidad
objetiva. Sus dibujos, esquemáticos a veces, ejecutados siempre del natural, nos demuestran el conocimiento que Garau Horrach tiene de la forma, conocimiento que aplicado a la pintura, hace que toda su obra tenga esa solidez constructiva, viable en su estilo plástico”.

Pedro Crespo, “Xam” - Radio Popular de Mallorca.
Emisión de arte: “De lo vivo a lo pintado”. 29-10-1977.




 
El 8 de noviembre de 1978, dentro de la “2ª Setmana de Cinema Históric”, organizado por la Facultat de Filosofía i Lletres de Ciutat, tuvo lugar la presentación de la película “Castillos”, un cortometraje que yo había dirigido en años anteriores con una idea original mía. La proyección de este ciclo tuvo lugar en el Salón de Actos del Colegio de Montesión. Estas jornadas que tuvieron una duración de cinco días, fueron dirigidas por el profesor de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras D. Sebastián Serra.
Sobre “Castillos” se publicaron algunas notas críticas, destaco entre ellas:
 
 

Castillos” es una parábola que trata de las ilusiones y la sublimación de las vivencias que afectan a la sensibilidad. Es una ilusión en cuyo cosmos, se guardan, idealizados, los recuerdos puros de nuestras ilusiones juveniles. Y es una denuncia contra la falta de sensibilidad de una sociedad embrutecida por el mal. La sensibilidad del autor se nos abre desde el primer fotograma, y ya no nos abandona hasta el final. Está viva en la elección de los escenarios, en estas secuencias submarinas con aire de ballet piscícola, en la cuidada dirección del único actor (el niño Jaime Vicens Font, quien, presente en el salón, fue obligado a saludar), En la dulzura del color…

Parábola, sí. Pero a mí me interesó aún más la plasticidad de las imágenes y la poesía exultante de su plasmación”.
                            Octavio Aguilera, “Hoja del Lunes”, 13-11-1978. Palma de Mallorca




Sorpresa agradable fue la visión de la película de Miguel Garau Castillos” con la que se inició la sesión. Miguel Garau (cineasta y pintor) contó con la presencia de un Tadzio mallorquín, caló hondo en el ánimo de unos espectadores atentos y respetuosos. “Castillos” es una película extremadamente esquemática, una parábola sobre la adolescencia perdida, sobre aquellos recuerdos de infancia que quedan sublimados, en el paraíso perdido. Miguel Garau expone la dicotomía entre pureza de sentimientos/materialismo, teniendo como trasfondo la luminosidad mediterránea y el cuerpo helénico de Tadzio-Vicens”.
Joan Tortella, “Ultima Hora” 14-11-1978. Palma de Mallorca


 
En 1978, del 11 al 25 de noviembre, en la desaparecida Galería Almudaina - tenía su sede en la calle Morey, 7 -, presenté una selección de cuarenta óleos y diez dibujos. Abundaban los paisajes de olivos y temas florales del campo, bastantes de ellos incluyendo personajes. Los dibujos, diez en total, estaban todos ellos dedicados a la representación de la figura humana. Destacaban “los flautistas”, uno de mis temas favoritos y quizá representados en mis creaciones. Nuevamente el público y la crítica recibió esta muestra con gran aceptación. Así la vieron y enjuiciaron algunos críticos del momento.
 
 
 

De fuerte y enérgica pincelada y alardeando de un colorido valiente, se nos presenta esta última muestra de Miguel Garau. Pintura que se mueve dentro de un post-impresionismo que lleva hasta nosotros toda la fuerza y toda la ambientación propia de los que iniciaron esta corriente en nuestra isla. El artista se enfrenta al paisaje valientemente, osadamente, y el resultado no es otro que estas telas en las que línea y color forman un todo con un denominador común que es la fuerza expresiva. Esas condiciones aparecen, también, en sus dibujos de bello trazo y no menos bella factura.”
Gaspar Sabater. “Hoja del Lunes” -Palma de Mallorca- 13-11-1978



 

Miguel Garau Horrach sigue sintiendo la pintura como el fiel reflejo de la naturaleza, guiado por los causes de lo que pudiera llamarse Escuela Mallorquina; lo que ocurre, es que Garau Horrach, a fuerza de insistir, ha conseguido dar algo más de unidad conceptual a sus pinturas, y una mejor técnica le permite pintar con más desahogo, obteniendo mejores calidades cromáticas y textuales. Los dibujos expuestos nos lo muestran como un dibujante de trazo escueto y definitorio, que se evidencia también en unas acuarelas en las que la aguada es aplicada con soltura y con suavidad de color.”
 
Rafael Perelló-Padelo. “Ultima Hora” -Palma de Mallorca- 22-11-1978



 
 
En la colección de paisajes al óleo de Miguel Garau todo vibra y se somete al diálogo exaltado de unas coloraciones más sentidas que vistas, veo en esta relación de masas de verdes, azules y ocres una profunda descarga emotiva que va agitando la materia a base de pequeños toques de espátula, densos en su composición e impresivos en su conjunto. Late cierta musicalidad en el trasfondo de esos paisajes en los que el color activa, con sus notas apasionadas, la sinfonía espontánea y sensible que compone Miguel Garau en cada una de sus naturalezas.
De la colección de dibujos y acuarelas que el pintor presenta cabe resaltar la inmediata del trazo, muy suelto y la precisa captación del movimiento y expresividad de la figura humana.”

Damián Ramis Caubet. Baleares” -Palma de Mallorca- 19-11-1978


 
El artista Miguel Garau Horrach vuelve a exponer sus más recientes obras en Palma, obras que siguen manteniéndose en su línea característica. Cada artista tiene su preocupación, su planteamiento, sus  preferencias estéticas.
Para Miguel Garau la gran preocupación pictórica es LA LUZ y LA PROFUNDIDAD.
 
Para el artista Miguel Garau, esta profundidad no depende del engaño de la perspectiva, sino que primordialmente, depende de la luz. El pintor tiene además la virtud de pretender pintar para si mismo, porque sabe que pintar para los demás, es mentir y traicionarse. Miguel Garau conoce todos los movimientos existente: los que permanecen y los que ya pasaron. Los conoce y los respeta, pero él sigue su camino que es esa objetividad frente a la cuál su pintura adquiere un valor específicamente estético.
Siguiendo la escuela de tendencia objetiva, Miguel Garau, logra unos resultados que no todos pueden obtener. El experimentalismo en arte es muy peligroso porque convive con la simplicidad más asombrosa. Sin embargo, Miguel Garau consigue que su obra conlleve la carga de un significado: Logra sugerir la realidad paisajística que nos rodea. Su pintura está trabajada concienzudamente, volviendo una y otra vez sobre sí misma, hasta que la conciencia del pintor queda satisfecha como tal, consiguiendo que la luz y el color, en cada caso no destruya la forma.
Los paisajes de Miguel Garau nos descubren una nueva naturaleza – más pintoresca – que resulta así, porque el artista nos la resuelve como tal”.

Pedro Crespo -Pedro Quetglas: “Xam”- “Radio Popular de Mallorca.
Emisión de Arte: de lo vivo a lo pintado”. 25-11-1978


 
De nuevo en la Galería Almudaina, presenté en 1979, del 17 de noviembre al 2 de diciembre, una selección de treinta y tres óleos y diez dibujos.
En los óleos abundaban los paisajes de olivos, marinas y jardines, estos últimos pintados en Valencia. En los dibujos la temática preferente eran bailarinas y estudios de testas. Como siempre las opiniones críticas enjuiciaron la muestra.




Esta exposición de Miguel Garau supone un paso decisivo – y muy remarcable – en sus constante y no interrumpida labor artística. Un paso decisivo que va desde la captación del modelo a su plasmación. Miguel Garau es el artista que se ha dado cuenta de que el arte es naturalidad, que se debe eliminar la estridencia y que la obra debe discurrir por caminos de la más pura, más noble y más exacta armonía colorística. 

Lejos de este camino, la obra resulta agresiva, molesta y antiestética. Miguel Garau, comprendiéndolo, ha situado su obra dentro de estas coordenadas y el resultado ha sido feliz: pintura plácida, sosegada, con intentos de captación armonizada. El artista nos ha dado, en algunas telas, muestras de una sensibilidad acusada. Lo demás, lo que gira en torno a lo dicho, es anécdota. Lo importante, y el pintor está en este camino, es la categoría. Lo importante es la captación dentro de una armonización colorística que no desentone del conjunto”.
Gaspar Sabater. “Hoja del Lunes” Palma de Mallorca- 13-11-1978



 
Acaba de exponer en la Galería Almudaina sus últimas pinturas y dibujos Miguel Garau. En esta exhibición plástica, ha trabajado con mayor sensibilidad, dando a cada tela un sentimiento y una notable expresividad.
Hay algo entrañable en las telas del pintor. Sus paisajes – verdosos iluminados – responden a una pintura sumamente sugerente, donde la sutileza poética se percibe y resulta más espontánea que en otras  casiones. En algunas obras, encontramos apaciguada serenidad”.
No menos dignos de mención son una serie de dibujos perfectamente
equilibrados que evidencian su actitud frente a su reflexión pictórica”.
 
José Bauzá i Pizá. “Diario de Mallorca”. 23-11-1979

 

Los óleos de Miguel Garau vuelven a hablarnos del paisaje mallorquín con su vibración impresionista y su cadencia romántica. Son los lienzos de Garau de esos a los que se les presiente el estudio. El análisis y valoración a nivel de composición lumínica y cromática nos van acercando
a una naturaleza de exaltaciones contenidas y de seria disciplina dibujística. En los paisajes de Miguel Garau es evidente el entendimiento entre el arrebato y la sugerencia, entre la lucha de los colores y la poesía de las atmósferas. Entendimiento que se hace realidad entre nociones naturales y sensaciones íntimas”

Damián Ramis Caubet. “Baleares”. -Palma de Mallorca- 25-11-1979


En 1981 dirigí la obra teatral “Becket” – de Jean Anouilh - en el Auditórium de Palma de Mallorca. Los actores, alumnos de los cursos superiores del Colegio de Montesión, habían formado un grupo teatral al cuál habían dado el nombre de “Nueva Escena”. A partir de noviembre de 1980 se habían iniciado los ensayos y preparativos de la obra. Hubo un gran alarde preparativo: decorados, vestuario, pinturas de época, mobiliario,… La obra se puso en escena el 20 de marzo de 1981 en la sala Mozart del Auditórium. Se representó durante diez días, siendo la función diaria los laborables y doble los festivos. La acogida por parte del público fue muy favorable. Los dos primeros días se agotaron las localidades y en los días siguientes la asistencia fue notable.


El grupo de teatro “Nueva Escena” estrena mañana la obra “Becket” en la Sala Mozart del Auditórium, dirige la obra el P. Miguel Garau Horrach.
Nos consta que la representación de esta obra ha sido cuidada con verdadero mimo. Todos los detalles están estudiados por ese director y  artista que es Miguel Garau, quién ha contado con la ilusión de los noveles actores que, en este caso, son nada menos que veinticinco. Todos los decorados y vestuarios son nuevos y constituyen todo un alarde, como hemos dicho, de cuidado y mimo.Esperamos con ilusión esta obra”.

         M. C. “Baleares”. -Palma de Mallorca- 19-11-1981

 

En las páginas de antología se reproduce una entrevista al grupo teatral “Nueva Escena” que realizó el Diario de Mallorca el 20 de marzo de 1981.
 
Del 18 al 30 de enero de 1982 expuse en el Círculo de Bellas Artes treinta y seis óleos. La temática en su totalidad eran motivos mallorquines: paisajes de montaña, marinas y almendros en flor. Algunas obras eran de gran formato. Completaban la muestra tres retratos y cinco dibujos con escenas de figuras.

De nuevo volví a exponer en el Círculo de Bellas Artes del 30 de septiembre al 12 de octubre de 1985. La exposición estaba muy en la línea y características de la celebrado en 1982.

 
 
 
La paleta de este pintor sigue siendo la misma, pero hay algunas obras en las que el artista va reduciendo el color, estructurándolas de una manera más simple y voluntariamente restringida.
El pintor colorista no es el que puede agotar todos los tonos, sino aquel
que usa justamente el color, el que siente su armonía, el que desarrolla
una más rica gradación de tonos y este es el caso de Miguel Garau.
Sin apartarse de unos cánones clásicos, tampoco le impiden una libertad de interpretación, ni el logro de una belleza asequible a todos los públicos.
Hemos de admitir que existen formas diferentes de expresión, distantes
unas de otras, pero, ciertamente, cada artista debe saber elegir su propio
camino.
Ya hemos dicho en otras ocasiones que Miguel Garau Horrach es un pintor amante de la realidad sustancial, pero no debemos olvidar que a la
hora de comentar la obra de un artista, sólo cuenta – o debe contar – el
resultado de una actitud propia que hay que respetar.
Miguel Garau, en la concepción de sus obras se apoya en el dibujo que domina a la perfección y aprovechándose de este medio, no sólo lícito sino preciso además, y la utilización de unas muy hábiles pinceladas, el pintor modela y estructura cada uno de sus lienzos”.
 
Pedro Crespo -Pedro Quetglas: “Xam”-. “Radio Popular de Mallorca”.
Emisión de Arte: “De lo Vivo a lo Pintado”. 12-10-1985



 
En 1989, con motivo del 30 Aniversario de mi primera exposición individual presenté una selección de obras en la “Sala de las Columnas” del Colegio de Montesión. Fue del 29 de noviembre al 23 de diciembre. Esta muestra iba dirigida a familiares y amigos en un plan algo privado. En esta ocasión expuse veinticuatro óleos, algunos de gran formato.
De esta muestra no hubo ningún tipo de publicidad ni tampoco ningún tipo de anuncio público. Un día se presentó el buen amigo, de feliz memoria, José Mascaró Pasarius y publicó una escueta nota crítica.
 
 
 

En la Sala de las Columnas del Colegio de Montesión, especialmente creada para sensibilizar al arte a sus alumnos, Miguel Garau expone veinticuatro lienzos con motivo de cumplirse el 30 aniversario de su primera exposición individual celebrada en 1959 en el Círculo de Bellas Artes. Pintura muy original, textura vigorosa, casi escultórica. Color rutilante que en momentos parece como polvo de estrellas o de piedras preciosas desparramado por la magia de un “gnomo” juguetón y travieso.
Destacables son sus telas tituladas “Porxet de muntanya” y “Porxet de
s’Oliverar Gros”, “Puigpunyent otoñal”, “ Campo de lirios en la montaña” o
Caserío de Son Bauló”. Muy buenos sus juegos de verdes que brillan como esmeraldas entre los plateados olivos”.

José Mascaró Pasarius. “Baleares” -Palma de Mallorca- 4-12-1989


 
Del 27 de noviembre al 20 de diciembre de 1991 volví a presentar en la “Sala de las Columnas” del Colegio de Montesión una muestra muy similar a la celebrada en 1989. En esta ocasión presenté veintiséis óleos y por primera vez cinco esculturas en bronce: “Hondero montado a caballo”, “Nuredduna (homenaje a D. Miguel Costa i Llobera)”, “Virgen de la roca”, “Sagrada Familia: Belén” y “Divina Maternidad”.
Nuevamente, al igual que hizo en mi anterior exposición, se presentó el crítico de arte J. Mascaró Pasarius, quién después de contemplar la exposición presentó una breve nota crítica, como siempre llena de aire poético y fantasioso.



Paisajes de Mallorca y esculturas de héroes mallorquines y de temas religiosos. Entre sus pinturas destacan por la expresividad y elocuencia de su lenguaje pictórico “Presagio de tormenta”, “Almendros en flor en Galdent”, “Ginestres de muntanya” y “Homenaje a Van Gogh”. En escultura, con la que Miguel Garau debuta, quiero referirme de un modo especial a su “Hondero balear a caballo”. Miguel Garau ha hecho una obra  bella, sugestiva, nueva y genialmente osada”.

José Mascaró Pasarius. “Baleares”. -Palma de Mallorca- 2-12-1991.

 
 
 
 
El 12 de marzo de 1.993, después de muchos encuentros y conversaciones con el rector de la Parroquia de la Stma. Trinidad, empecé a trabajar en una obra de grandes proporciones (12 x 8,5 mts.), que será conocida como “Retablo de la Stma. Trinidad”.

 
Fue en el verano de 1.976, con motivo de un bautizo que tuve en la Parroquia, cuando mi madre me sugirió la idea de pintar algún tema en la enorme pared blanca del ápside.

 
 
Hacía tiempo que tenía ganas de realizar un trabajo de este tipo y en concreto había pensado algunas veces en el presbiterio de la Parroquia de la Stma. Trinidad. Las primeras conversaciones con el rector de la Parroquia se iniciaron en 1.986. Cuando dí a conocer el plan de la obra noté cierta desconfianza ante el proyecto, pienso si en aquel momento faltó credibilidad de que era capaz de ser realizado, y es que el plan inicial era mucho más ambicioso de lo que concretamente se hizo. Así que, ante las dudas, el proyecto quedó aplazado en un compás de espera que duró hasta 1.993 en que se llegó a un acuerdo para la ejecución de la obra tal como hoy puede verse.
 

El plan de la obra está dispuesto en forma de tríptico. En el panel central, que mide seis metros de ancho por ocho y medio de alto, está representado el tema de la Santísima Trinidad, titular de la Parroquia, recibiendo a Virgen María en la Gloria. El hecho de representar a la Virgen María asociada al Misterio Trinitario me pareció totalmente obvio desde el primer momento, no sólo por cuestiones ideológicas sino también por esta tradicional y honda devoción mariana que siempre se ha dado y sentido en Mallorca.

En los paneles laterales, que miden dos metros de ancho por seis de alto cada uno, están representados San Sebastián, patrono de Palma, y el Beato Ramón Llull, una de las personalidades mallorquinas más universales y sabias que tenemos en Mallorca.

Referente al trabajo que me llevó, debo decir, que teniendo en cuenta que yo iba realizando la pintura con cierta secreta intimidad, sin dejar ninguna de mis actividades ordinarias y si además consideramos que estuve algo así como un mes y medio sin pintar, considero que la ejecución fue relativamente rápida. Empecé a trabajar el 14 de marzo de 1.993 y terminaba la obra al año siguiente a principios de diciembre. Hay que tener en cuenta que se trata de una superficie de ochenta y cinco metros cuadrados de pintura y que se trabajaba sobre un andamio de cinco pisos.

Pocos días después de terminada la obra, el 17 de diciembre, tuvo lugar el acto de presentación y bendición del Retablo.


 
 
El Obispo de Mallorca, Teodoro Úbeda, bendijo ayer el altar y el retablo de la Parroquia de la Santísima Trinidad de Palma, acto que revistió gran solemnidad y que fue seguido por multitud de fieles de la barriada de Foners.
El Rector Juan Servera fue el encargado de presentar el acto, recordando brevemente a los presentes una breve historia de esta Parroquia Palmesana, mientras el Retablo permanecía cubierto por una enorme cortina color dorado.
 
Después de las palabras del Rector se descubrió el Retablo con grandes plausos de los fieles, en su mayoría vecinos colaboradores en esta obra parroquial. El autor Miguel Garau explicó a los asistentes el significado de las pinturas del Retablo, alusivo a la Stma. Trinidad, que incluye a la Virgen María, y flanqueado por las figuras de San Sebastián con fondo del castillo de Bellver, y la del Beato Ramón Llull con fondo de “Sa Foradada”, en recuerdo de la escuela que él allí creara.
 
El Obispo de Mallorca bendijo la obra así como el altar, presidiendo luego la misa solemne concelebrada en la que participaron veinticinco sacerdotes.

La Capella Oratoriana interpretó distintos cánticos durante la misa, acompañados al órgano por el maestro Bartolomé Veny, y el grupo de Foners danzó “L’Oferta”
       Amalia Estabén, “Última Hora”, domingo 18 de diciembre de 1.994.


 
Terminado el Retablo empecé a preparar una próxima exposición. La muestra tuvo lugar en la galería Arlés en 2.001.
 
 
 
La galería Arlés de Palma inauguró anoche la exposición de pinturas de Miguel Garau Horrach, una muestra que reúne una selección de las obras  de este padre jesuita que combima su labor docente, como profesor de Historia del Arte en el Colegio de Montesión, con su afición a la plástica. Las telas que integran la exposición reflejan el interés de su creador por el paisaje de Mallorca sobre el que vierte todo el color de su paleta
 
El Mundo / “El Día de Baleares”, miércoles 17 de octubre de 2.001).


Esta exposición fue solicitada por la propietaria de la galería en el transcurso de un almuerzo. En esta ocasión expuse sesenta y dos óleos, la muestra que he realizado con mayor cantidad de obras. La temática era el paisaje mallorquín: huertos, marinas, jardines y motivos campestres. Expuse también varios cuadros de escenas parisinas, pues en los veranos tenía ocasión de pasar unos quince días en la Parroquia de Sant François de Sales. Destaco entre ellos: “Parque de Versalles”, que yo solía visitar con mucha frecuencia, y “Parque de Saint Cloud”.
 

Esta exposición fue una solemne equivocación. No se tenía abierta la sala a las horas convenidas, no se cuidaba la asistencia de los visitantes, y se dio cierta falta de sincera honradez a la hora de liquidar las ventas, en pocas palabras: Un desorden tal como para olvidar y no volver a colgar cuadros en esta galería.
 
Algo defraudado, pero no desanimado, di comienzo a una nueva etapa en mi tarea pictórica. Empecé a preparar varios retratos y paisajes de gran formato, pues hacía tiempo que los tenía en proyecto.
 
Naturalmente que me planteé nuevos horizontes estilísticos, pero no pude evitar algunos interrogantes. ¿Cómo abordar nuevas tendencias cuando vivimos un tiempo en el que se han destruido muchos principios creacionales e incluso las formas del arte tradicional?.
 
Cuando se quiere intentar penetrar en una innovación estilística se experimenta algo así como una sensación de angustia ante un abismo. No es fácil encontrar una relación formal y conceptual ante lo hecho y un planteamiento de futuro innovador.
 
Hay que tener presente que el progreso no es nunca inicial, exige un pasado al que hay que contemplar y respetar con orgullo de superación. Creo que no hay que contentarse con el estar sino que hay que poner el objetivo en el devenir, en un proceso en el que el artista debe poder moverse desde la subjetividad absoluta y con total libertad de expresión.
 

Todas estas consideraciones artístico-ideológicas deben estar presentes a la hora de los planteamientos innovadores. Con estas consignas inicié la nueva etapa, como una flecha sin rumbo que sale del alma y no se sabe dónde va a caer.

Los resultados de estas conclusiones fueron expuestos el 4 de noviembre de 2004 en la prestigiosa Galería Gabriel Vanrell de Palma. De esta muestra formada por treinta cuadros se dijo:

 
 El Jesuita Miguel Garau Horrach cobija tres vocaciones, la que le consagró a la orden, el cine y la pintura. Una antológica le presenta desde hoy en la Galería Gabriel Vanrell”
 
En ella sobresalen sus temas principales, el paisaje, siempre de Mallorca, la tauromaquia y los retratos. Entre éstos, los de los Reyes de España y uno de la princesa Diana de Francia. No oculta que el retrato quita libertad, aunque se siente a gusto con esta temática.”

El mundo de la tauromaquia lo vierte a través de un retrato del torero Fran Rivera Ordóñez y de un paisaje en el que sale una escena en el campo

El resto de las obras son paisajes de Mallorca, siempre en óleo. Es muy variado, romántico y limpio. En el paisaje se busca el lado estético, el juego de la luz y el encuadre. En la exposición destacan marinas de Sóller, Alcudia y Sa Calobra”.
 
Garau Horrach no había expuesto desde el 2001. Aún recuerda con agrado la primera vez que expuso, en el círculo de Bellas Artes, cuarenta y cinco años atrás”.
L. D. “Diario de Mallorca” 4 de noviembre de 2004.

 
 
 

Estuve en la inauguración de la exposición del Padre Miguel Garau, en la
Vanrell. Mucha gente, y obra muy interesante (retratos y paisajes bellísimos) que les recomiendo que vean. Hay un lienzo de toros hermosísimo. Con esta muestra el artista conmemora los cuarenta y cinco años de su primera exposición”.
 
Pedro Prieto, “Última Hora”, 8 de noviembre de 2.004.

 
 
Miguel Garau Horrach inauguró una antológica en la Galería Gabriel Vanrell compuesta por retratos, paisajes y cuadros con motivos taurinos”.  Recopila varias de sus obras cuando se cumplen 45 años de su primera exposición. Empezó a pintar a los 15 años. Desde entonces ha pintado 727 cuadros, cifra que tiene metódicamente documentada. De los que expone en la Vanrell, los de mayor formato son los retratos. Es un género con el que disfruta, aunque reconoce que quita libertad al pintor porque tiene que estar bien realizado y reflejar también el mundo de la persona pintada“
 
En los paisajes retrata diferentes escenas mallorquinas limpias, románticas y clásicas, características con las que se identifica”.
Aprendió, de su amigo, el pintor Ramón Nadal y sigue aplicándose que: El ideal de todo pintor y artista es considerarse totalmente libre”.
Todo le sitúa cercano al impresionismo y al postimpresionismo, corriente con la que se acabaron las grandes escuelas”.

Marcos Torío, “El Mundo/El Día de Baleares”, viernes 5 de noviembre de 2.004.
 
 

         Debo decir que quedé muy satisfecho de esta exposición. Los propietarios de la Galería: Gabriel, Juanita y Rosa Vanrell, tuvieron muchas y agradables atenciones conmigo. La asistencia de público fue notable. Todas estas vivencias me comunicaron un agradable y feliz estado de ánimo.

En enero de 2.005, después de un breve paréntesis de descanso emprendí una nueva etapa productiva de mi labor pictórica.

De nuevo, del 18 de octubre al 13 de noviembre de 2.007, volví a exponer mis obras en la Galería Gabriel Vanrell.

 

Miguel Garau Horrach inaugura, una muestra compuesta por una treintena de obras de su última etapa en la Galería Vanrell de Palma. El pintor, presenta paisajes de la Isla y retratos de cuerpo entero al óleo sobre tela”.
 
El pintor, inició su carrera artística a los 15 años gracias al apoyo de su
madre María Horrach Ferretjans, de la cuál hay un retrato de cuerpo entero”.
 
Oliveras, pinos, figueras de moro, alcachoferas, almendros o cabras son
algunos de los motivos de la fauna y de la flora mallorquina que retrata Garau. El Castell de Bellver, Cabrera, Sa Foradada, Cala Vicens, Algaida, el Plà de Sant Jordi, la Real o Es Pil.larí son los lugares donde localiza las pinturas trabajadas directamente”.
El pintor explicó que en su próxima exposición habrá un cambio de temática, enfocado al mediterráneo”.

M. Garcías, “Última Hora” 18 de octubre de 2.007.
 
 
 
Els cuadres de Miquel Garau Horrach s’exposen una vegada més a la Galería d’arte Vanrell. El centre expositiu inaugura una mostra que recull una petita antologia de l’obra del pintor, a més dels seus darreres treballs.
En aquests, es pot observar que els cuadres del jesüita traspuen la llum mediterrània que ha seduït tants d’artistes al llarg de la història. Una llum que Garau porta gravada als ulls i que recrea amb força una vegada i una altra.

És així que la Mallorca més bella pot llavors surgir dels pinzells i les espàtules que Miquel Garau maneja amb traça, i esdevenir testimini viu del patrimonio natural i paisatgístic que habiten els illencs. Garau reviu incansable les imatges més típiques de Mallorca: una serra de Tramuntana enigmàtica, una pagecia bucòlica, uns ametlers nevats, unes oliveres imponents, un mar lluentejant”.

Els colors de la primavera i la tardor són els grans protagonistas d’una obra que transporta l’espectador a una illa ideal que potser ja pocs mallorquins recorden.”
 
Però no sols és el paisatge allò que Miquel Garau recrea sobre el llenç. El retraté és l’altre gran tema del pintor. La sobrietat impactant amb la qual Garau retrata les persones, fa pensar que aquestes prendan vida i botaran fora del quadre. Retrato de mi madre, Flautista mallorquín o Garrochista, en són algunes mostres”.
 
M. M. Rayó, “Diari de Balears”, dijous, 18 d’octubre de 2007
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Clausurada esta exposición, de la cuál quedé muy contento por su aceptación popular, y nuevamente agradecido por los propietarios de la galería, dediqué unos días a reflexionar sobre el rumbo y temática con la que podría enfocar mi próxima producción artística. Tengo puesto el deseo en un proyecto futuro, que tiene raíces en el pasado, de emprender una temática con un cierto cambio de estilo en su realización.
Debo madurar este plan y una vez decidido el camino a emprender lanzarme a su realización de manera decidida, libre y entusiasta.